La premiumización se mantiene como una de las principales tendencias del mercado de gran consumo, pese a que el contexto no es precisamente favorable. Los fabricantes buscan categorías y nichos sin explotar, incorporando la sostenibilidad al conjunto de atributos que caracterizan al producto prémium. El objetivo es conseguir un producto que quede fuera de las prácticas de ahorro del consumidor, pero la competencia es dura.