Unilever España circunscribe la inclusión de su presidente ejecutivo, Jaime Aguilera Carmona, en el caso 'Pitiusa' al "análisis forense del ordenador de un ex-directivo, realizado ante notario y de conformidad con la legalidad vigente, en el marco del despido disciplinario de aquel trabajador". Dicho directivo es Paulo Alves, durante años director de su división foodservice (UFS) y cuyo cese comunicó la compañía en septiembre de 2011 y fue ratificado "recientemente" por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Así, en el comunicado oficial difundido por Unilever, ésta dice haberse visto salpicada por dicha operación judicial sobre obtención ilícita y revelación de información confidencial, por haber contratado para la mencionada labor de investigación sobre Alves a una agencia de detectives implicada en el caso 'Pitiusa'.
Unilever España alude al perjuicio ocasionado a la imagen de la compañía y dice "reservarse el ejercicio de acciones legales".
Jaime Aguilera fue detenido ayer, declaró como imputado y "volvió a la oficina para continuar con su jornada laboral", según los representantes de Unilever. Conforme a la comunicación interna difundida entre los trabajadores, a la que ha tenido acceso Alimarket, también declaró ayer ante el juez Anna Carroza, integrante del departamento de recursos humanos de Unilever, "con el objetivo de colaborar con la administración en el esclarecimiento de este caso, del mismo modo que lo hizo Yolanda Menal -directora del departamento de RR.HH.- el pasado año".
El máximo responsable en nuestro país de la multinacional angloholandesa se incorporó con ese cargo a Unilever España en octubre de 2009 , para sustituir a Jose María Vilas. Pocos meses después, la compañía nombraba otro presidente, Nicolás Lloret, que ejerce la presidencia en temas de representación laboral.
