El pleno del Consejo Regulador de la DOC Rioja ha aprobado el nuevo reglamento para desarrollar en el etiquetado de sus botellas el origen concreto del vino -pueblo, municipio o zona-, con lo que se resuelve la posible división planteada desde Rioja Alavesa. De hecho, las más de cuarenta bodegas alavesas que estaban desarrollando un nuevo ámbito de protección en Rioja Alavesa, integradas en ABRA, se han comprometido a paralizar su tramitación administrativa durante dos años después de este acuerdo.
Las modificaciones aprobadas por el Consejo implican que los productores podrán incorporar el municipio del que procede el vino, incluso si hasta un 15% de su uva procede de pueblos limítrofes, siempre que haya una vinculación prolongada del viñedo; y que se aumente el tamaño de los nombres de los pueblos o zonas en las etiquetas.
El presidente del Consejo Regulador, Fernando Salamero, que fue elegido para el cargo hace pocos meses, ha subrayado que con esta medida se busca aportar más información en el etiquetado sobre el origen de los vinos, algo que demandaban "operadores, líderes de opinión y consumidores".
Desde 1998 se permitía que aparecieran en las etiquetas del vino de Rioja los nombres de los municipios de procedencia de Rioja Alta, Rioja Baja (que ahora se plantea la opción de redenominarse como Rioja Oriental) y Rioja Alavesa. Si bien en julio del año pasado la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) solicitó ante el Gobierno Vasco la creación de una mención de calidad propia, que se denominaría Viñedos de Álava y acogería los vinos elaborados en Laguardia-Rioja Alavesa.
La asociación alavesa considera el acuerdo como "histórico" y ha recordado que durante años ha defendido en el seno del Consejo Regulador de la DOC Rioja "la mejora e incorporación de nuevas categorías acordes a los tiempos y que los actuales mercados demandan y entienden".
