La búsqueda de nuevas alternativas que permitan avanzar hacia la gestión de la economía circular en el proceso de producción de cerveza es una de las prioridades en las que viene trabajando Compañía Cervecera de Canarias, acorde con su apuesta por la reducción, la reutilización y el reciclaje de residuos. El aprovechamiento de los residuos orgánicos, como el bagazo, para incorporarlo como materia prima de otros procesos productivos es uno de los aspectos más relevantes y en el que se viene trabajando de cara a su optimización.
En esta línea, Cervecera de Canarias se suma a la celebración, el próximo 5 de junio, del Día Mundial del Medio Ambiente, con el desarrollo de la última fase de un proyecto dirigido a potenciar los diferentes usos del bagazo y en el que viene trabajando desde el pasado mes de abril. La iniciativa se enmarca dentro del proyecto "Demola Canarias", organizado por el Instituto Tecnológico de Canarias(ITC) y las dos universidades del Archipiélago. En este caso, un grupo multidisciplinar de alumnos de la Universidad de La Laguna ultiman un proyecto que permita crear nuevas vías de reutilización del bagazo, un subproducto que permite dar salida al 100% de los restos orgánicos del proceso de producción de la cerveza. Cerca de 30 ganaderos de Tenerife incorporan a la alimentación animal el bagazo procedente del proceso de elaboración de la cerveza. Este subproducto, además, cumple un papel clave en el abono de la tierra a través de la creación de compost.
El bagazo es el nombre con el que se conoce a la cascarilla que se desprende tras el proceso de cocción y filtrado de la malta. En este caso, el mosto se utiliza como materia prima para la elaboración de la cerveza mientras que los restos de la malta dan lugar a una pasta húmeda que, tras un proceso de secado, se convierte en un componente con un elevado contenido proteico y de fibra que se destina a la alimentación animal. La fábrica de Compañía Cervecera de Santa Cruz de Tenerife genera del orden de 8.000 tm de bagazo anuales que son distribuidos en su mayor parte por Serviagroc.
Además del uso propio del bagazo, el líquido procedente del prensado se utiliza para enriquecer el agua de riego, con la que se lleva a cabo la función de un purín vegetal. La elaboración de compost es otro de los usos más habituales del bagazo. En este caso, representa el 20% de su composición, porcentaje que se aplica también a otros componentes, como la fruta y el salvado, mientras que el 40% restante procede de restos de poda de árboles y jardines. Otra de las actividades en las que se emplea el bagazo se centra en la creación de sustrato para la cubierta de azoteas y jardineras, una técnica muy utilizada en jardines e infraestructuras hoteleras. En ese caso, la materia prima utilizada es el compost vegetal, al que se suma también picón y fibra de coco.