La CNMV ha aceptado la OPA de LetterOne (controlada por Mikhail Fridman) sobre el 71% del capital que no controla en el grupo de distribución DIA, a un precio de 0,67 € por acción, lo que valora la compañía en 417 M. El periodo de aceptación de la OPA de LetterOne comenzará el 1 de abril y finalizará el 23 del mismo mes, según ha informado la compañía en un comunicado. LetterOne reconoce que el precio no es "equitativo" (3,47 € por acción), pero que este tampoco es exigible al tratarse de una OPA voluntaria. Además, también está por debajo del precio medio ponderado del semestre anterior a su lanzamiento el pasado 4 de febrero (1,02 €), aunque LetterOne no considera que el mismo "sea una métrica fiable", dado el impacto "que ha tenido en el negocio la revelación de irregularidades contables y fallos en la gestión", anunciados por DIA a finales de 2018 (entre ellos un profit warnig).
La OPA está condicionada a la aceptación por parte de un porcentaje representativo del 35,5% del capital (el 50% que no controla LetterOne) y a que la compañía no emita acciones u otros instrumentos convertibles en acciones antes de que termine el plazo de aceptación. En este sentido, la última junta general de accionistas de DIA, celebrada el pasado 20 de marzo, rechazó la propuesta de aumento de capital de 600 M del consejo y aprobó la ejecución del aumento de 500 M propuesto por LetterOne. Este último se efectuará una vez liquidada la oferta y cumplidas otras condiciones, como la renovación de la mayoría del consejo de DIA por miembros propuestos por la empresa de Mikhail Fridman, y a que se alcance un acuerdo con los bancos acreedores titulares de la deuda bancaria del grupo distribuidor, cifrada en 912 M (el total de la deuda serían 1.700 M) y para la que el consejo ya había llegado a un acuerdo, justo un día antes de la junta, que entre otras medidas prorrogaba el crédito hasta 2023. Los representantes de Fridman ya están negociando con los bancos otro pacto, aunque con diferencias respecto al del consejo, como no amortizar deuda con ingresos provenientes de desinversiones. A los acreedores, encabezados por Santander, también se les pide que prorroguen los acuerdos de deuda hasta 2023 y den nuevas líneas de crédito por valor de 170 M, que se sumarían a los 145 M ya otorgados.
El grupo cotizado también tiene que hacer frente a otras deudas inmediatas, algunas con vencimiento en mayo (la mayor parte de un pago de 466,7 M), mientras que en julio vencen unos bonos por importe de 305 M. Además, tiene que resolver, en principio antes del 20 de mayo, su situación de causa de disolución, para lo que necesita unos 130 M, con los que restablecerá su equilibrio patrimonial, tras registrar pérdidas de 352 M en 2018. En este sentido, LetterOne se muestra dispuesto a inyectar capital en forma de préstamo participativo, si fuera necesario, que se repagaría con los fondos resultantes de la ampliación de capital de 500 M. Otra posible solución que propone sería "la transformación de ciertos derechos de crédito que tienen algunas de las filiales frente a DIA en préstamos participativos que computarían como fondos propios".
La sociedad del inversor ruso Fridman se muestra conforme con la venta de los negocios de perfumería 'Clarel' y con las tiendas mayoristas 'Max Descuento', por los que espera que se obtengan unos 100 M, que prevé destinar al plan de transformación y no al pago de deuda, como había negociado el consejo con los bancos acreedores. También es partidario del cierre de 258 tiendas propias 'Dia Market' y 'Dia Maxi' y asegura que "no pretende cerrar ningún establecimiento más", aunque "reevaluará las tiendas e implementará una gestión activa de las ubicaciones de las mismas", lo que "podría tener como consecuencia tanto la apertura como el cierre de tiendas".
Posible declaración de insolvencia
LetterOne recuerda al resto de accionistas los riesgos de no aceptar su OPA y les anima a vender sus acciones al precio ofertado. Su intención es conseguir el control total de DIA. Así, advierte a los que se queden como socios que "compartirán el importante riesgo de ejecución que conlleva un plan de reestructuración que no tiene garantía de éxito y que tardará varios años en potencialmente ofrecer resultados positivos". Este plan de transformación, que se desarrollará en cinco años, está centrado en seis puntos: nuevo liderazgo, cambio de estrategia en la red de tiendas, en las que se implementará una nueva oferta comercial, con reajuste de precios y promociones; ejecución de operaciones de negocio minorista e inversión en marca. Además, no se compromete a mantener la anterior política de dividendos y no considera "razonable" hacerlo en los próximos años. En el caso de no prosperar su OPA, LetterOne considera que el consejo tendrá que encontrar soluciones para revertir la situación de patrimonio neto negativo y para cumplir sus obligaciones financieras, entre ellas, la declaración de insolvencia o la capitalización de deuda por parte de los bancos acreedores.
Según informa la CNMV, LetterOne exigirá la venta forzosa si se cumplen los requisitos para ello (aceptación de la oferta por más del 90% de las acciones a las que se dirige), lo que conllevaría la exclusión de negociación en bolsa de las acciones. En caso contrario, "no tiene intención de promover ninguna medida encaminada al mantenimiento o a la exclusión de negociación de las acciones de DIA".
Por su parte, Rafael del Castillo, presidente de la Asociación de Accionistas Defensores de DIA (AADD), ha confirmado a Alimarket su intención de "seguir luchando para que Fridman no consiga el porcentaje que le hace falta", además de mostrar su preocupación porque la CNMV "haya aprobado tan pronto la OPA". Su intención es "presionar" para que el precio por acción aumente hasta los 3,47 €, el valor medio equitativo. Asimismo, del Castillo ha insistido en la necesidad de defender que DIA se mantenga en nuestro país, ya que "no sabemos si LetterOne se va a quedar en España".