Pascual ha alcanzado, finalmente, un acuerdo con los representantes de los trabajadores y la reorganización , anunciada en diciembre, solo afectará a 137 trabajadores de su plantilla, una cifra un 31% inferior a la prevista en un primer momento. La mayor parte de los afectados serán empleados de su distribuidora Qualizanza y, en menor alcance, personal del área industrial y de servicios centrales. Más del 40% de los afectados se acogerá a planes de bajas incentivadas o planes de jubilaciones anticipadas. La compañía ha reseñado, además, que las indemnizaciones por despido contempladas en el procedimiento "tendrán las condiciones más favorables que marca la ley". Además, se ofrecen servicios de asesoría y ayuda para la búsqueda de empleo. Todas las medidas se pondrán en práctica en los primeros días de la próxima semana.

La empresa ha querido destacar el esfuerzo realizado por ambas partes para lograr una solución satisfactoria y se felicita por el rigor y la responsabilidad que han presidido el proceso negociador desde el principio, en todo momento buscando el menor impacto social posible, indican.

Estas medidas llegan motivadas por la necesidad de adaptación de Pascual al nuevo mercado y escenario digital, tal y como comunicaron. La rápida evolución del mercado y su inminente transformación, acelerada en los últimos tiempos, han puesto de relieve aspectos tales como la omnicanalidad, la transformación digital, la industria 4.0, la automatización de los procesos o los nuevos modelos relacionales con clientes y consumidores. Este nuevo escenario ha desembocado en una reorganización de los recursos humanos para afrontar el futuro.

La compañía estrenó nuevo ciclo estratégico el pasado año con nuevos retos y un nuevo posicionamiento que sitúa en el centro la sostenibilidad integral desde el cuidado medioambiental, el bienestar y desarrollo social y el crecimiento económico en las comunidades donde está presente. La renovación supone la adaptación de Pascual a los nuevos tiempos, anticipándose a las tendencias que ya venían adivinándose con anterioridad.

Pascual cerró el ejercicio 2019, último con datos disponibles, con una facturación de 698 M€ (+0,4%), registrando un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 65 M€; mientras que su deuda financiera pasó 170 a 143 M€ en ese último ejercicio.