Asobio y Ecovalia, principales asociaciones del sector agroalimentario ecológico, advierten que "España es la única gran economía del euro sin una hoja de ruta específica para el sector, a pesar de que la UE lo exige", lo que supone "la principal limitación para el crecimiento del mercado bío nacional". Señalan, que "otros países ya han implementado los incentivos recomendados por la UE, como reducciones fiscales a productos eco, cuotas mínimas de consumo en comedores y hospitales públicos o fondos nacionales de apoyo complementarios a la PAC".
Los principales dirigentes de ambas asociaciones sectoriales han realizado estas afirmaciones en el marco de la presentación del primer “Decálogo del sector de la producción, distribución y consumo ecológico”, que incluye más de 20 medidas para garantizar el futuro del sector agroalimentario en España, reducir su huella de carbono hasta un 60% y promover una alimentación sostenible en los lineales. El decálogo "marca el camino para que España lidere el mercado agroalimentario europeo y lo haga contribuyendo a la descarbonización de la economía y al cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030", afirman en un comunicado. Para ello, uno de cada diez productos que se consuman en 2030 deberán ser ecológicos.
Líderes en producción, pero rezagados en consumo
España fue el país europeo con mayor producción ecológica, con casi 3 millones de hectáreas y 58.500 productores certificados. "El consumo ecológico lleva años creciendo por encima del convencional, con una facturación superior a 3.000 M€ que se puede triplicar con políticas de apoyo", se afirma. Desde el sector aseguran que están preparados para absorber este crecimiento. "Ya hay una red de productores y fabricantes nacionales con más de 4.000 tiendas especializadas, mientras que la gran distribución y la oferta online apuestan cada vez más por el eco".
Por tanto, reclaman una regulación eficaz y campañas de comunicación que impulsen el consumo interno de productos bío, cuya cuota de mercado no supera el 3,5% frente a países como Alemania o Francia con más del 10%. "En categorías que han superado estas barreras, como bebidas vegetales, cereales, yogures y alimentación infantil, el producto eco ha logrado asentarse como parte de la cesta básica".
David Caré, presidente de Asobio, ha explicado que “España tiene el potencial para triplicar el volumen actual de su mercado ecológico, cada vez más competitivo en toda la UE, y alcanzar los 10.000 M€ en 2030. Necesitamos un plan nacional del sector con medidas concretas que desarrollen las líneas que la Estrategia Nacional de Alimentación abre”. Además, ha añadido que las últimas crisis han puesto en valor la importancia de este modelo para la economía del país: “El precio de la cesta ecológica ha crecido dos puntos menos que la convencional. Los productos eco son más resilientes a la inflación y dependen menos de la incertidumbre geopolítica porque la mayor parte de la producción es local”.
Por su parte, desde Ecovalia, Álvaro Barrera, presidente de la asociación, reclama que “se debe fomentar el acceso a los productos ecológicos y, a la vez, dar a conocer los beneficios de su consumo a nivel socioeconómico, medioambiental y salud personal”.
Algunos puntos del decálogo
El decálogo advierte de la necesidad de “fortalecer el reconocimiento de la Eurohoja como sello de garantía a nivel europeo ante el aumento de prácticas de greenwashing”. Reclaman campañas de promoción que resalten el valor de los productos ecológicos y una regulación clara que evite el mal uso de ciertos términos que confunden a los consumidores. Igualmente, el documento propone aplicar un IVA reducido para bajar los precios de los productos eco e incentivos fiscales a los puntos de venta con más oferta ecológica para aumentar su disponibilidad en grandes superficies y su atractivo en tiendas especializadas, pioneras del sector.