Por primera vez en más de 60 años, The Coca-Cola Company ha efectuado una entrega de sus productos a clientes locales en Rangún, Myanmar (antigua Birmania). Este hito marca el siguiente paso del compromiso permanente de la compañía de generar un impacto positivo y duradero llevando sus marcas globales a Myanmar, en el momento en el que el país se abre al mundo. The Coca-Cola Company está trabajando para establecer una entidad embotelladora en Myanmar que combinará la experiencia global de la compañía con las capacidades de la empresa local de refrescos Pinya Manufacturing .
La intención es comenzar la producción local tan pronto como sea posible, sobre la base de un acuerdo inicial de distribución establecido con Pinya para hacer que el producto esté inmediatamente disponible en todo el país. Coca-Cola tiene como práctica general operar como negocio local en cada uno de los mercados a los que da servicio, lo que incluye vender, distribuir, fabricar y contratar localmente.
Muhtar Kent, Presidente y CEO de Coca-Cola estuvo en Rangún como miembro del Grupo de Personas Eminentes ASEAN-EE.UU., que ofrece recomendaciones independientes a los líderes sobre cómo mejorar, de forma significativa, los lazos entre EE.UU. y las naciones de la ASEAN. También supervisó las primeras entregas de productos de Coca-Cola. Durante su visita, Kent también se reunió con representantes de Pact para examinar planes y preparaciones para la puesta en práctica del programa denominado WORTH. Los esfuerzos de Pact en Myanmar son coherentes con el compromiso mundial ya existente de Coca-Cola de posibilitar la autonomía económica de 5 M de mujeres a través de su cadena mundial de valor para 2020 mediante una iniciativa conocida como 5 BY 20 (5 por 20). WORTH financiará inicialmente a mujeres interesadas para apoyar una amplia variedad de negocios, y Coca-Cola espera que el programa identifique eventualmente a mujeres emprendedoras interesadas en convertirse en comerciantes independientes y distribuidoras de productos de Coca-Cola.
Las actividades de Coca-Cola en Myanmar, tras el levantamiento de las sanciones estadounidenses, están gobernadas por sus establecidos estándares globales de ética corporativa, que incluyen adhesión estricta a su política de derechos humanos y laborales en todo el mundo, principios rectores para proveedores, código de conducta empresarial, y políticas anticorrupción.