Tal y como estaba señalado en su calendario de ruta, Eroski ha cerrado con sus principales entidades financieras acreedoras un acuerdo para alargar el vencimiento de su deuda, además de conseguir un cierto balón de oxígeno de liquidez, lo cual le permite abordar con garantías su plan inversor de cara a los próximos años. El acuerdo -presentado a principios del presente mes de agosto- define la reestructuración de su deuda por importe de 2.605 M€ hasta 2019, siendo a cierre del ejercicio 2013, la deuda no corriente del grupo con entidades de crédito de 2.376,82 M€ y 381 M corrientes, tras haber amortizado 71 M€ en el último periodo y elevar esta ratio a 1.255 M€ para un periodo de cinco años.
El presidente de Eroski, Agustín Markaide, ha valorado muy positivamente el acuerdo de refinanciación que “supone el inicio de una nueva etapa para la cooperativa, que afrontará los retos definidos en el plan estratégico con las necesidades financieras cubiertas”. Entre estos objetivos, la compañía pondrá énfasis en el fortalecimiento de sus negocios prioritarios con reformas y nuevas aperturas de tiendas siguiendo el nuevo modelo comercial “contigo”, junto a la expansión de su red de tiendas franquiciadas . "La reestructuración de nuestro pasivo permite focalizarnos en nuestro negocio de distribución, la base de toda nuestra actividad, para ir consolidando los pasos en torno al nuevo Eroski que satisfacerá mejor a los consumidores, los acreedores, los trabajadores, a la sociedad y a los socios del grupo", señala Markaide.
El acuerdo ha sido alcanzado con las ocho principales entidades financieras que superan el 85% de la deuda bancaria del grupo y ha sido compartido con el resto de las entidades que completan el pool de banca de Eroski. La nueva estructura financiera de la compañía ofrece una solución sostenible para los próximos años y está alineada con su capacidad de generar un ebitda positivo recurrente, que ha mostrado una sólida estabilidad en torno a los 250-300 M€ anuales a pesar de la crisis económica y la caída del consumo .
La reestructuración divide la deuda de Eroski en tramos, atendiendo al origen de la misma y la naturaleza de sus garantías; esto es, un tramo de deuda senior, por importe de 800 M€, que queda vinculado a la propia actividad de distribución de la compañía, por un intervalo a cinco años y con unos intereses que oscilarán entre el 2,5% y 5% total en función de la generación de caja de la compañía. Otro tramo de deuda irá ligado a desinversiones, por 300 M€, cuya amortización estará sujeta a ventas de activos no estratégicos. Permitirá a la compañía realizar desinversiones de manera ordenada y contará con un periodo de carencia inicial de seis meses. Un tercer tramo estará vinculado a la deuda no estructural, de 942 M€, constituido como deuda a largo plazo ligada a la mejora del ebitda y al cumplimiento del plan de negocio acordado. La amortización de este tramo será “bullet” a cinco años a un tipo medio del 3,75%, con un periodo de carencia de 12 meses. Por último, la deuda inmobiliaria (563 M€), ha quedado estructurada de tal forma que no drenará recursos del grupo y estará supeditada a los resultados de la actividad inmobiliaria de Eroski y que mantiene las condiciones anteriores. Junto a esta reestructuración financiera, se mantienen las actuales líneas de circulante por 375 M€ que la compañía viene utilizando para su actividad ordinaria.
La directora financiera de Eroski, Rosa Carabel, ha mostrado su convencimiento de que Eroski podrá atender los compromisos adquiridos. “La estructura de pasivo que hemos acordado con la banca se ajusta bien a nuestro negocio y su evolución en los próximos años”.