A principios del pasado mes de junio y mediante un comunicado enviado a la BMV (Bolsa Mexicana de Valores), el grupo mexicano Alfa anunció la transferencia a su filial Sigma Alimentos del 37% de las acciones de Campofrío Food Group que ésta aún no poseía, convirtiéndose de esta manera en su accionista al 100%.
La operación se produce pocos días después de que Alfa adquiriera el 37% de las acciones de Campofrío que hasta entonces estaban en manos del chino WH. En el comunicado oficial que recogió esta operación de compra, que tuvo lugar el pasado 3 de junio, ya se anunciaba que la participación de Alfa en Campofrío sería temporal y que su intención era venderla, a su vez, a Sigma. Finalmente, el traspaso se ha hecho por un importe de 354 M$, el mismo monto que Alfa había pagado por la compra de las acciones de WH. Con esta operación, Sigma contará con una mayor flexibilidad para seguir ejecutando el plan estratégico de Campofrío, "así como capitalizar más rápidamente las sinergias y mejores prácticas que se han detectado. Con esto, Sigma consolida su plataforma en Europa para continuar sus plan de crecimiento".
Con el 100% de las acciones de Campofrío en manos de la mexicana, acaba el breve periplo del grupo chino WH -antes denominado Shuanghui- en la cárnica española, en la que entró en 2013 de forma indirecta tras adquirir la propiedad de su antiguo accionista, la norteamericana Smithfield . Poco después se produjo la incorporación de Sigma, que compró un 45% a varios inversores -Oaktree era el de mayor participación- y antiguos accionistas particulares, y se alió inicialmente con WH para sumar el 100% del capital Campofrío, lanzando una opa de exclusión .
A nivel mundial, Alfa es uno de los principales productores de componentes de aluminio y poliéster. Por su parte, su filial Sigma es una compañía productora de carnes frías, lácteos y otros refrigerados y congelados. En la actualidad, opera 71 plantas y 151 centros de distribución, atendiendo a más de 450.000 clientes en 18 países. Con una plantilla de más de 38.000 empleados, el nuevo accionista único de Campofrío reportó unas ventas de 5.359 M$ en el ejercicio 2014.
Por su parte, Campofrío Food Group finalizó el ejercicio 2014 con unas ventas consolidadas de 1.929,34 M€, lo que representó un incremento del 1,14% frente a los 1.907,46 M del año anterior. En ese mismo periodo, la compañía mantuvo sus beneficios, al alcanzar un resultado positivo de 12,7 M€, igual a la cifra registrada un año antes.
Campofrío consiguió así cerrar en positivo un ejercicio que estuvo marcado por el grave incendio que destruyó su fábrica de Burgos. Según se recoge en la memoria del grupo, el siniestro arrojó unas pérdidas de 76,731 M€, incluyendo 4,4 M de servicios exteriores (lo que hace referencia fundamentalmente a los incurridos en la reasignación de la producción y la recuperación de las potenciales ventas perdidas); 5,9 M de gastos de personal (que se corresponden con el Expediente de Regulación de Empleo Temporal que afecta a la plantilla que trabajaba en las instalaciones); 52,9 M de activo fijo; y 13,5 M de existencias. No obstante, en las cuentas anuales dichas pérdidas fueron compensadas con la anotación de 99,084 M€ en concepto de indemnización por parte de las aseguradoras.
De cumplirse con el plan previsto, Campofrío espera que la nueva fábrica, que se levantará en la misma localización que la anterior, en La Bureba, esté operativa a finales de 2016. Tendrá una extensión de 78.000 m2 y contará con cuatro zonas principales: recepción de materias primas y control de calidad, productos cocidos, productos curados y una zona independiente para la actividad de loncheado y expediciones. Además, se estima que tendrá una capacidad productiva de 100.000 toneladas y que en 2017 alcance una producción de 86,2 Mt de jamón cocido, ave, fiambres y embutidos. Para todo ello se realizará una inversión hasta 2017 por valor de 215 M€.