Josep Vall Palou, propietario y presidente de Vall Companys, falleció ayer (día 20 de octubre) a los 66 años. El empresario, padre de tres hijos, deja como legado personal el fuerte impulso dado al grupo leridano, cuyo negocio se multiplicó por tres entre 2004 y 2013, año cerrado con una facturación de 1.303,96 M€. Su fallecimiento sitúa a Josep Pedros Riasol, hasta ahora consejero delegado, como primer responsable de Vall Companys.
La decidida política de redimensión vía inórganica llevada a cabo en los últimos años, favorecida por la solidez financiera del grupo -con unos fondos propios de 421 M€-, han reafirmado al primer productor nacional de porcino como el mayor grupo ganadero verticalizado hacia la industria cárnica y avícola y como uno de los principales grupos agroalimentarios de capital nacional.
Así, su producción actual de 4,3 M de cerdos anuales es el punto de partida para un conglomerado que incluye mataderos y salas de despiece de porcino (Patel, Frimancha, Frivall, Cárnicas Cinco Villas y Dececsa); un gran negocio avícola encabezado por Pondex e impulsado en 2008 con la compra de los activos de Doux; y ya una fuerte estructura de producción jamonera y cárnica.
Su entrada, en 2011, en la sala de despiece madrileña Rubiato Paredes y la compra, en 2012, del matadero zaragozano Cinco Villas marcaron el punto de arranque para una nueva ofensiva de compras de empresas cárnicas, dirigida en buena medida a la expansión en la distribución moderna, un objetivo comercial que ejemplifica su filial Disporave. Así, las metas de crecimiento y de conquista de mercado en retail guiaron la adquisición, a comienzos de este año , del 80% de Avícola Sánchez y del 24% de Dolz, firmas sumadas a una división -la avícola- que en 2013 aportó el 16% de los ingresos del grupo e integra también Torrent i Fills, Especialitats Costa, Avícola de Lleida y Avícola de Galicia.
Pero, desde 2013, el grupo ha enfocado básicamente su plan de expansión en la actividad y el negocio de elaborados cárnicos, área que en 2013 le supuso el 2,1% de sus ingresos, frente al 60% procedente del porcino (en vivo y canales/despieces). Así, con la creación de Jamones Duríber -en 2012-, Vall Companys dió el pistoletazo de salida a un ambicioso programa de verticalización jamonera, que desde 2013 ha motivado numerosas y grandes adquisiciones: Jamcal, Comercial Logística Calamocha , Naturíber , Industrias Reunidas de jabugo, la entrada en Comapa y Jamones Alto Aragón y la compra del fondo de comercio de Jamones Nicolau.