El pago con tarjeta ‘contactless’, que hace un par de años parecía el no va más en rapidez en España, ya es casi caduco. El último grito son los supermercados sin línea de cajas, como ‘Amazon Go’, o al menos con soluciones que no hagan esperar al cliente. La tienda de la multinacional de Seattle no ha sido la primera en eliminar el ‘checkout’ pero sí la que más titulares ha generado y, por tanto, puesto de relieve el problema de las esperas en las colas. Las primeras soluciones para evitar este problema fueron las ‘cajas rápidas’ para atender compras con pocos artículos y el autopago. Ya con dispositivos móviles de por medio, una opción popular son los sistemas de autoescaneo, con soluciones genéricas a cargo de nombres como Visa o Ubamarket. Pese a que este modelo -poco implantado en España, salvo, por lo general, en algunos hipermercados, y menos aún utilizado- supone que el proceso también implica el autopago a través del teléfono móvil, termina con algún tipo de control por parte del supermercado, por lo que no es una experiencia equiparable al ‘seamless checkout’ o pago integrado de ‘Amazon Go’, que, en realidad, alude a la desaparición de la acción física de pagar. La propuesta de la multinacional se basa en multitud de cámaras cenitales, sensores e inteligencia artificial para captar todos los movimientos del comprador. Un sistema muy similar a la tecnología de ‘marca blanca’ que ofrecen las empresas Zippin y TrigoVision, esta última responsable del modelo sin pago de la cadena israelí de supermercados Shufersal. Para el consumidor, este sistema tiene la ventaja de que no ha de ir escaneando uno por uno los productos. Otra alternativa es la tecnología que propone la aplicación de identificación digital Yoti y NCR, que utiliza el reconocimiento facial para identificar al cliente. Esta aplicación también puede utilizarse para autorizar la venta de alcohol a menores, pues el sistema calcula la edad del comprador. 7 Eleven también se sirve de reconocimiento facial para facilitar el ingreso y la salida de sus tiendas automáticas ‘X Store’, cuya primera unidad también se inauguró a principios de este año.
En Reino Unido, algunos establecimientos cuentan con ‘Fingpay’, una solución de la empresa británica Stahler con tecnología de infrarrojos de Hitachi que basa la identificación en los patrones de venas del interior del dedo.
Una de las iniciativas puestas en marcha por Walmart para tratar el problema de las colas es más sencilla: a lo largo del año ha ido implantando en todas sus tiendas el sistema ‘Check out with me’, mediante el que los trabajadores de las secciones pueden cobrar al cliente. El grupo también ha puesto en marcha sistemas de mapeo digital para que el cliente encuentre los productos lo más rápido posible y no deambule por los pasillos, una mejora que también ha incorporado la nueva tienda ‘Le 4 Casino’. El grupo neerlandés Ahold Delhaize también ha estrenado este año sus tiendas sin línea de cajas del modelo ‘on the go’ de ‘Albert Heijn’: en vez de móvil -aunque también se puede utilizar-, el cliente acerca una tarjeta a la etiqueta del producto y este se carga en diez minutos en su cuenta personal.
No todos están interesados en eliminar la figura del personal de caja: Supermercados Sánchez Romero, por ejemplo, ni se plantea el autopago ya que forma parte de su filosofía de máxima atención personalizada hacia el cliente.