Tras convertirse en marzo de este año en la primera distribuidora que pemite a sus clientes emplear sus propios recipientes y bolsas para realizar sus compras, Carrefour va a implantar de forma progresiva nuevas medidas que estima que le permitirán reducir más de un 80% el empleo de plásticos. En primer lugar, va a introducir en los mostradores de venta asistida de la sección de frutas y verduras de sus hipermercados una malla que sustituirá al film plástico. Asimismo, los envases de aceitunas y encurtidos de más de un centenar de referencias pasarán a ser de vidrio, mientras que el plátano de Canarias ya no se ofrecerá en bolsas de plástico sino con una pequeña cinta agrupadora, como ya ocurre con las bananas bio, los pepinos o el papayón.
Estas iniciativas han surgido en algunos casos de sus propios clientes, ya que la cadena gala ha puesto en marcha el 'Club de Clientes Comprometidos por el Medio Ambiente', para que éstos aporten ideas para seguir avanzando en el campo de la sostenibilidad. Como explica Carrefour en un comunicado, "la eliminación de los residuos es un desafío importante que requiere una respuesta colectiva, en la que industria, distribuidores y clientes han de colaborar juntos".
Diez años después de retirar el uso de bolsas de plástico de un solo uso, la compañía ha seguido sumando medidas de este tipo, como la retirada del plástico en la sección de frutas y verduras de sus tiendas 'Carrefour Bio' o la sustitución de este material y los alveolos en manzanas, peras y naranjas 'Calidad y Origen' por otros más sostenibles, como el cartón o la celulosa, además de contar con la app 'ReciclaYa', que permite a sus clientes conocer cómo reciclar los productos adquiridos al escanear el ticket de compra. Más recientemente, hace solo dos semanas presentó la primera bandeja de plástico reciclable y biodegradable del mercado para sus productos de pescadería. El pasado año, Carrefour evitó el empleo de 213 t de plásticos gracias a este tipo de iniciativas.
Como reflejó el Informe 2018 sobre eficiencia energética en el sector de gran consumo, las distribuidoras están cada vez más implicadas en la protección del medio ambiente. Entre las últimas novedades en este campo, por ejemplo, dos cadenas regionales, la gallega Gadisa y la cántabra Supermercados Lupa, han empezado a ofrecer bolsas de malla en la sección de fruta y verdura, mientras que la germana Lidl sustituyó hace un mes en esa misma sección las bolsas de plástico por otras biocompostables y biodegradables. En la misma línea, la valenciana Consum va a eliminar progresivamente los vasos, platos, cubiertos y pajitas de plástico de un solo uso, para reemplazarlos por otros compostables, biodegradables y/o reutilizables, mientras que, desde hace solo unas semanas, todas las tiendas del grupo pontevedrés Froiz cuentan con sobres de papel en la sección de pescadería, papel antigraso en carnicería y charcutería, junto a bolsas de papel con certificado FSC en la línea de cajas.