Crece el interés en los piensos para mascotas con ingredientes naturales
La Tendencia Global de Alimentación y Bebidas “Full Disclosure” 2018 de Mintel analiza cómo el escepticismo generalizado de los consumidores y, más concretamente, su preocupación por la seguridad alimentaria están impulsando una mayor demanda de transparencia por parte de los fabricantes de productos alimentarios. La tendencia a la transparencia en el etiquetado refleja el interés de los propietarios en revisar las etiquetas de los productos para comprobar que los ingredientes con los que alimentan a sus mascotas son los más naturales y nutritivos, y que no contienen aditivos innecesarios. De hecho, los dueños de mascotas se muestran más preocupados que nunca por conocer los ingredientes exactos de los alimentos y su proceso de elaboración. En España, el 77% de los propietarios demandan más alimentos 100% naturales para sus mascotas, y el mismo porcentaje de ellos creen que es importante revisar el etiquetado para asegurarse de que no se están enmascarando determinados ingredientes.
Los propietarios de mascotas ya no se conforman simplemente con que el etiquetado sea claro, ni con productos naturales “sin OMG”, “ecológicos”, “sin aditivos ni conservantes” o “sin cereales”. Reclaman además un compromiso ético de marca y el empleo de técnicas productivas que permitan catalogar el producto como “procedente de granja”, “sostenible”, “mínimamente procesado” o “elaborado con ingredientes auténticos”.
Como la nutrición y alimentación animal suele reflejar las tendencias imperantes en la alimentación humana, el interés en los alimentos para mascotas con proteínas vegetales va en aumento. Aunque la carne sigue considerándose un ingrediente importante a la hora de elegir alimentos para perros y gatos, la incorporación de proteínas vegetales no ya como complemento, sino como principal fuente proteica, es una idea cada vez más extendida en el sector de alimentos para mascotas. El concepto se está aplicando sobre todo a los perros porque, al igual que los seres humanos, son omnívoros. En todo caso, el debate sobre la salubridad de los alimentos veganos para perros sigue abierto. Aunque los defensores de la idea han aportado pruebas anecdóticas y determinados estudios sobre la salubridad de los alimentos sin carne para perros, otros actores expresan dudas al respecto. Existe un mayor consenso en el uso de alimentos sin carne para perros con ciertos problemas dermatológicos y alergias alimentarias, y en la inconveniencia de las dietas sin carne para gatos, que son animales carnívoros. Aparte de ofrecer argumentos sobre su salubridad, los partidarios de los alimentos vegetales para mascotas señalan el menor impacto medioambiental de la agricultura frente a la ganadería. Muchos de ellos incluso equiparan el consumo de piensos sin carne con la lucha contra la crueldad hacia los animales.
Teniendo en cuenta que la disponibilidad de los piensos vegetales para mascotas es aún limitada, el margen de crecimiento de este segmento es grande, dado el considerable interés existente en su consumo. No en vano, alrededor de la mitad de los dueños de mascotas en España se muestran interesados en adquirir piensos vegetales para mascotas con alto contenido proteínico.
Los insectos son una completa fuente de proteínas, al contener los nueve aminoácidos esenciales y varios minerales importantes, lo que les confiere un valor nutritivo comparable al de la carne y el pescado. Además, hay quien asegura que son las futuras proteínas sostenibles. La razón es que la cría de insectos acarrea un impacto medioambiental considerablemente menor que la producción de las proteínas tradicionales: consumen menos agua, ocupan menor superficie y generan menos gases de efecto invernadero. Por eso los insectos están en disposición de satisfacer la fuerte demanda actual de alimentos ricos en proteínas, tanto por parte de los seres humanos como de sus mascotas, y tanto desde un punto de vista nutricional como de sostenibilidad.
Las proteínas de insectos son un ingrediente claramente ideal para los piensos para mascotas, al ser más improbable que provoquen reacciones desagradables que en el caso de los productos dirigidos al ser humano. Sin embargo, el interés que despiertan aún es limitado. En Reino Unido, por ejemplo, solo uno de cada 10 propietarios de mascotas se declara dispuesto a adquirir piensos para mascotas elaborados con proteínas de insectos. El dato sugiere que los fabricantes deben subrayar sus virtudes para poder atraer a los consumidores. Por ejemplo, haciendo hincapié en el elevado valor proteico de los productos elaborados a base de insectos para destacar su atractivo. Este tipo de mensaje vinculado a la salud no ha tenido suficiente eco en el mercado. En 2018, solo el 5% de los nuevos alimentos para mascotas lanzados en Europa declararon tener un alto contenido en proteínas, según Mintel Global New Products Database, lo que representa una oportunidad perdida para muchos.
La tendencia a la humanización impregna casi todos los aspectos del cuidado de mascotas, aunque donde más evidente resulta es quizás en el mercado de petfood. Los alimentos para mascotas recuerdan cada vez más a los platos del menú de un restaurante, y tanto las golosinas fabricadas a imagen y semejanza de las humanas, como los obsequios comestibles para mascotas pensados para ocasiones especiales han experimentado un crecimiento explosivo. Esto está impulsando la innovación y fomentando la demanda de novedades por parte de los consumidores. La humanización de los productos, llevada al extremo, aporta un claro elemento de diversión. Este reclamo novedoso es esencial para provocar la compra impulsiva, auspiciada por el placer de mimar a los animales de compañía. La tendencia está tan afianzada que la mayoría de los productos de alimentación humana ya tienen sus equivalentes caninos o gatunos, empezando por las palomitas y sin olvidar los cupcakes. El modelo, sin embargo, no se ha hecho extensivo a la categoría de bebidas para mascotas, un segmento diminuto y con pocos productos en el mercado.