Más de 30 empresas y organizaciones de todo el espectro alimentario europeo reclamaron ayer a la Comisión Europea una propuesta legislativa para que el sistema de etiquetado nutricional Nutriscore sea obligatorio en la UE, alegando que "esta etiqueta nutricional codificada por colores en la parte frontal del paquete es fundamental para ayudar a los consumidores a elegir alimentos más saludables". Este llamamiento conjunto se produce antes de que la Comisión Europea publique su estrategia "Farm to Fork", cuyo objetivo es hacer que el sistema alimentario sea sostenible. Teniendo en cuenta que esta estrategia también tiene como objetivo promover alimentos saludables para todos, los firmantes de la petición esperan "que el ejecutivo de la Unión Europea proponga una etiqueta nutricional de primer nivel para toda la Unión Europea".
Entre las empresas y organizaciones firmantes se encuentran multinacionales con actividad en España como Danone, que el pasado mes de enero anunciaba la decisión de incorporar Nutriscore en todos sus productos , o Nestlé, junto a otras como 'Carretilla', que también incoporaba el sello en su gama de platos preparados ambiente en enero; o Eroski, pionera en la distribución nacional al incorpoorar Nutriscore en productos con marca popia desde enero de 2019; a las que también se suman las filiales de Carrefour en Bélgica,o de Auchan Retail en Portugal, entre otros operadores. La amplia lista de organizaciones incluye también a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) o a la Sociedad Científica Española de Dietética y Nutrición (SEDYN).
Con uno de cada dos adultos europeos con sobrepeso u obesidad, lo que aumenta la probabilidad de enfermedad cardíaca, diabetes y cáncer, los firmantes "requiere una acción más contundente para ayudar a detener la marea de esta crisis de salud pública". En España, donde organismos tan trascendentes como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) también se han mostrado a favor de la utilización de Nutriscore, el impulso a este tipo de etiquetados nutricionales todavía está en el aire, como explicamos en el Informe sobre Alimentación Saludable, que publicamos este mismo mes de abril. Y es que, precedido por las preferencias mostradas ya en 2018 por el anterior Ejecutivo sobre el etiquetado NutriScore, el actual Ministerio de Consumo, con Alberto Garzón al frente, ponía nuevamente sobre la mesa el pasado mes de febrero su decisión de impulsar un sistema de etiquetado frontal sobre la calidad nutricional de los alimentos., como parte de la propuesta de plan integral de alimentación saludable, que además de la introducción de un etiquetado frontal, pretende abordar otros tres aspectos: la fiscalidad, la publicidad y la formación e información para incentivar el consumo de productos saludables.
En este anuncio se avanzaba que el Ministerio va a abordar el análisis de las ventajas e inconvenientes de los distintos sistemas implantados en España y otros países, con el fin de conocer cuál es el adecuado para España. En cuanto a la fiscalidad, se señalaba que se presentarán medidas para favorecer el consumo de productos saludables en coordinación con el Ministerio de Hacienda; mientras en materia de publicidad, Garzón se mostró partidario de regular la información comercial “que estimula el consumo de productos no saludables” dirigida al púbico infantil; y se comprometía a poner en marcha campañas de sensibilización e información para promover el consumo saludable.