El Juzgado de Instrucción número 2 de Alcobendas (Madrid) admitió a trámite, el día 4 de junio, la querella criminal presentada, el pasado otoño, por la jamonera Comapa 2001 contra los hermanos Álvarez Fra (exgestores de la compañía) y otras cuatro personas vinculadas, por la supuesta trama empresarial montada en torno a la jamonera. Se los acusa de estafa, administración desleal, falsedad en documento privado y delito societario de falsedad de cuentas, según trasladan fuentes próximas a Comapa.
La causa ha sido calificada como "compleja" y, así, no se descarta la incorporación de más investigados en el plazo de un año. De momento, la querella ha sido aceptada en contra de David Álvarez Fra, director general de Comapa hasta el 11 de abril de 2019; Jaime Álvarez Fra, director de recursos hasta la misma fecha; Mario Sergio Martín González, exresponsable de ventas internacionales y administrador de Qsabor Foods; José María Núñez, administrador de Khalifa Capital y de Grupo Geslex y supuesto cabecilla de la trama; Plácido González, responsable de expediciones de Comapa, efectuadas en las instalaciones de Otura; y Concepción Pinto, responsable de administración de proveedores de Comapa.
Qsabor Foods, Khalifa Capital y Grupo Geslex encabezarían, según la investigación previa efectuada por el comité de auditoría interna ordenada por Vall, una trama de empresas vinculadas a los hermanos Álvarez Fra y su entorno, “que realizaban compraventa cruzada. Era un circuito brutal, compuesto por compañías que hacían de cliente y de proveedor a la vez", aseguran esas fuentes. "El mapa de interacciones societarias ocupa una mesa”, declara una fuente sectorial conocedora de Comapa.
"Comapa pidió el respaldo financiero de Vall Companys -accionista del 29,83%- alegando que los clientes no pagaban. Pero el problema era el entramado empresarial en B", se trasladaba a Alimarket hace unas semanas desde la órbita de la jamonera. "Cuando comienzan a aparecer informaciones que comprometen las operaciones de Comapa, a nivel de seguridad alimentaria -en el verano de 2018-, el grupo Vall Companys se plantea salir de la compañía porque esas acusaciones repercuten en su reputación y Vall es un grupo que intenta hacer las cosas bien y tener un elevado estándar de calidad y ética. Pero, ante la negativa de los bancos, a Vall -único accionista solvente- le toca aportar un crédito para garantizar la viabilidad de Comapa", se recuerda.
El gigante cárnico y ganadero supedita su préstamo a un cambio en los estatutos de Comapa, para lograr un voto de calidad en las decisiones del consejo y de la junta general. Además, "condiciona ese préstamo a la creación -en enero/febrero de 2019- de dicho comité de auditoría y seguimiento, para esclarecer la situación. Entonces, se empiezan a detectar irregularidades. En consecuencia, en abril de 2019, los hermanos Álvarez son relevados de la dirección de la compañía por mayoría de los accionistas en una junta. En mayo de 2019, se solicita el preconcurso y, en septiembre, se requiere el concurso de acreedores. Entre mayo y septiembre, se consigue retratar la operativa de los hermanos Álvarez, que ha supuesto una gestión negligente, con operaciones no sostenibles e incluso anormales, y se identifica una trama con diferentes empresas. En otoño de 2019, se decide presentar la querella criminal ahora admitida. Desde septiembre de 2019, un equipo de letrados designado por la mayoría de los accionistas de Comapa, pilota el día a día de la compañía, bajo supervisión del administración concursal".
Esta causa judicial en instrucción en Alcobendas -localidad donde se encuentra el domicilio social de Comapa- es la tercera que la cárnica tiene en este momento con sus exgestores principales (David y Jaime Álvarez Fra) y personas vinculadas. Una de ellas se instruye en Granada y fue iniciada por los hermanos Álvarez Fra -propietarios del 27,55% de Comapa, a traves de Fleku Trienta e Inmo Habitat Inversiones- contra sus socios, Vall Companys y Blai Parés -titular del 51,52%-, por la modificación de los estatutos de Comapa. "Aún no hay resolución sobre esa querella", se asegura.
La otra causa es una demanda por receptación -delito de vender una mercancía a sabiendas de que es robada-, interpuesta por Comapa "contra la sociedad Qsabor Foods (antes denominada Iberian Focus), que fue el brazo exportador de Comapa. Dicha empresa está administrada por Mario Sergio Martín González, hijastro de David Álvarez. A su vez, Mario Sergio Martín era socio de Ángel Monreal -responsable de charcutería en DIA, antes de ser dado de baja de trabajo y sueldo a finales de febrero- en Just Food Online. Monreal puso a la venta en DIA jamones robados de Comapa, que le fueron proporcionados por Qsabor Foods. Se detectó esa mercancía y se presentó una denuncia en la comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos (Madrid)."
Mientras, prosigue la tramitación del concurso de Comapa, que tiene a Vall Companys como principal acreedor y carece prácticamente de deuda bancaria. Pese a la posición que le puede conferir ese deuda, a la hora de determinar el futuro de Comapa, según ha conocido Alimarket, el grupo Vall Companys considera ahora un error estratégico su entrada en Comapa -efectuada en noviembre de 2013-, por el posible perjuicio económico y a su imagen -este último mitigado por las medidas comerciales y legales tomadas- sufrido. Además, Vall ha visto incumplido en estos años el objetivo de canalizar buena parte de su materia prima, inherente a un proceso de integración vertical, como se describió en el informe sectorial de jamón publicado por Alimarket en abril. "De inmediato, la dirección liderada por los hermanos Álvarez decidió abastecer Comapa de materia prima de otros proveedores. Además, desde el año 2014, el Grupo Vall Companys no obtuvo ningún beneficio ni dividendos".