El sector nacional hortofrutícola continúa siendo atractivo para los fondos de inversión, los cuales no dejan de adquirir empresas del ramo o, en su defecto, participaciones en el accionariado. Si 2020 terminaba con dos transacciones de este tipo, con Surexport y Frugarva como protagonistas, este martes Antonio Llusar y Cía ha saltado a la palestra por una operación similar. MCH Private Equity y SanLucar Fruit han entrado en el capital social de la compañía castellonense con el fin de potenciar, conforme explican las fuentes consultadas, "su crecimiento a todos los niveles".
La maniobra ha sido materializada a través de fondos comunes de las dos entidades y permitirá a los hermanos Llusar seguir al frente de la gestión, garantizando la continuidad del proyecto. Así, MCH y SanLucar desempeñarán el papel de socios estratégicos, entre otras labores, puesto que la firma valenciana ya llevaba años comercializando los cítricos de Antonio Llusar, para realizar más aportaciones y apoyar la estrategia de expansión de la sociedad participada. De hecho, la familia fundadora también conservará una porción en la nueva estructura accionarial.
Una vez formalizada la entrada de los citados accionistas, Antonio Llusar se centrará en consolidar su crecimiento orgánico e inorgánico y nacional e internacional. “Estamos muy contentos de poder seguir con el desarrollo que nuestros clientes nos estaban pidiendo. La entrada de MCH y SanLucar Fruit fortalecerá el crecimiento y la solidez de la compañía, y nos permitirá afrontar grandes retos en el futuro”, manifiesta Jorge Llusar, CEO de la empresa castellonense. Entretanto, MCH destaca las "interesantes oportunidades" que presenta esta inversión, "dado que los productos frescos son estratégicos para las cadenas de distribución".
Antonio Llusar y Cía cerró su ejercicio 2020, finalizado el pasado 31 de agosto, anotando 63 M€ en la cifra de negocios, un 22% más frente a los 51,63 M€ ingresados el curso anterior, por la comercialización de 52.000 t de naranjas (25%) y clementinas (75%), de las que el 85% se dirigen al exterior. Para llevar a cabo su actividad, cuenta con 1.200 ha de cultivo y dos plantas de procesado en Castellón, una en Chilches -reformada en 2020 por 8 M€- y otra en Villavieja.
Dicho desembolso se empleó en la adecuación de las instalaciones y la compra de maquinaria, y se sumó a los 2,8 M€ de 2019 para ampliar el recinto (+2.900 m2) y cámaras de conservación.