Entre las diversas actuaciones que Nestlé llevo a cabo en su fábrica de La Penilla de Cayón (Cantabria) en 2022, es destacable la disminución de alrededor de un 30% del uso de agua en la factoría. Como ha detallado la compañía, este resultado es fruto, en gran parte, de la instalación de un sistema cerrado de refrigeración evaporativa que entró en funcionamiento en el último año. Con él, el agua que se utiliza en la actividad industrial permanece en circuito cerrado y se reutiliza de manera continua.
De esta forma, mientras que en 2021 se registró un uso de 11,82 m3 de agua por tonelada de producto, esta cifra descendió hasta los 8,35 m3 en el pasado año, lo que supone un ahorro de casi 417.000 m3 de agua, equivalente al consumo anual de más de 8.500 personas.
“Aunque en la actualidad ya devolvemos al río toda el agua que tomamos, gracias a esta instalación se ha favorecido la reducción de la cantidad de la misma que ha utilizado nuestra factoría durante su actividad productiva. Todo un gran hito destacable. Y es que en Nestlé continuamos con nuestro compromiso de preservar el caudal del río Pisueña, que trascurre junto a la planta”, ha afirmado Eugenia Otón, directora de la fábrica.
Así, con la finalidad de avanzar en nuevas mejoras, Nestlé tiene previsto instalar próximamente un segundo sistema cerrado de refrigeración evaporativa que permitirá a la factoría dejar de abastecerse del agua del río, recurso que en la actualidad utiliza para procesos de refrigeración.
Junto con esta reducción en el uso de agua, en la fábrica de la La Penilla han implementado en el último año diferentes medidas como la instalación de un sistema de bomba de calor. Esta técnica aprovecha la energía residual procedente de la planta de producción de frío para calentar el agua que se utiliza tanto en los procesos productivos como en la climatización de la planta. Desde la compañía aseguran que este sistema es nueve veces más eficiente que uno convencional que utiliza gas natural y también ayuda a eliminar en estos procesos tanto el consumo de esta energía como las emisiones de dióxido de carbono.
Asimismo, en 2022 también entró en funcionamiento una caldera de biomasa, que utiliza la cascarilla resultante del proceso de torrefacción del cacao como materia prima para la obtención de vapor.
Además, desde Nestlé también señalan que toda la energía eléctrica que se compra en este centro de producción proviene de fuentes renovables. La factoría ha logrado ser “cero residuos vertedero”, al minimizar la generación de los mismos y fomentar su reutilización, reciclaje o valorización.
La planta situada en La Penilla de Cayón fue la primera que Nestlé instaló en suelo español en 1905. Actualmente, tiene diez centros de producción distribuidos en cinco comunidades autónomas. En 2022 la compañía facturó 2.364 M€ en España, donde cuenta con una plantilla media de 4.175 empleados.