La escalada tarifaria del cacao iniciada en la primavera de 2023 ha llevado los precios de esta materia prima a niveles históricos durante los últimos meses. Según explicamos en nuestro reciente Informe 2024 del sector de chocolates y cacao para uso industrial, publicado el pasado mes de noviembre, entre diciembre de 2023 y el pasado mes de octubre, la cotización mundial del cacao se impulsó un 55%, hasta 6.582,86 $/t, según los datos de la Organización Mundial del Cacao (ICCO). Así, en este periodo se registró un nivel de precios antes inimaginable, que tuvo su punto más alto en abril, cuando se llegó a 9.876,58 $/t. Detrás de estos precios históricamente altos están la reducción de la cosecha mundial de cacao (debido a unas condiciones climáticas adversas en África occidental, agravadas por las plagas, el agotamiento de las plantaciones y la falta de pesticidas), una demanda muy dinámica y la acción especuladora de los traders.
Por otro lado, estamos frente a una de las industrias con una mayor huella medioambiental, medida en términos de deforestación y emisiones de carbono. Debido a esto, en junio de 2023 la UE promulgó una legislación que prohibiría las importaciones de cacao y chocolate vinculados a la deforestación. En términos de emisiones y consumo de agua, según diversas fuentes este cultivo se sitúa en el top3 global en emisiones de CO2 y es uno de los que presenta una mayor huella hídrica.
La suma de este conjunto de vectores ha hecho que el universo de la tecnología alimentaria ponga el foco en el desarrollo de soluciones alternativas al cacao y al chocolate, y también parece haber despertado el hambre de los inversores por este tipo de proyectos. Así ha quedado de manifiesto durante las últimas semanas con tres iniciativas que abordan las alternativas a estos productos con distintos enfoques y aplicando tecnologías muy diversas. El ejemplo más actual lo encontramos en la ronda de inversión de 4,5 M$ que acaba de cerrar la startup israelí Celleste Bio, con la participación de Mondelez International, a través de su fondo SnackFutures Ventures. El planteamiento de Celleste Bio pasa por combinar tecnología agrícola y biotecnología con inteligencia artificial para extraer células de plantas de cacao, que posteriormente se multiplican en biorreactores para producir la misma cantidad de manteca y polvo de cacao a partir de uno o dos granos de cacao. La filosofía detrás de este proyecto pone el acento e la descarbonización de la producción del chocolate. Según se ha declarado desde Mondelez: "Como uno de los mayores productores de chocolate del mundo, somos muy conscientes de los desafíos de la cadena de suministro del cacao, y a medida que la industria del chocolate crece más del 10 % anual, la brecha entre la oferta y la demanda se está ampliando. Vemos esto como un momento crucial para los avances en la agricultura celular".
El segundo ejemplo llega de la mano de la alemana Planet A Foods, que también este mes de diciembre ha anunciado el cierre de una ronda de inversión de 30 M$. En este caso, la startup elabora chocolate sin cacao desde 2021, combinando una base de avena, semillas de girasol y manteca de karité con un proceso de fermentación patentado para producir masa de cacao y manteca de cacao. Los productos resultantes se pueden utilizar como sustitutos 1:1 del chocolate convencional o en fórmulas híbridas. De esta forma, 'ChoViva' produce hasta un 90% menos de emisiones que el chocolate tradicional, y su huella de carbono durante su vida útil se estima entre 0,86 y 1,8 kg de CO2 por kg de producto, según una evaluación independiente del ciclo de vida. Desde su llegada al mercado hace 12 meses, la marca ya está presente en más de 20 productos en Alemania, Austria y Suiza, incluidos productos de Lindt o Piasten. También ha formado parte de ofertas de marcas blancas de minoristas como Rewe, Lidl y Aldi. Los fondos se utilizarán para crear nuevos productos, aumentar la capacidad de fabricación en más de siete veces y ampliar su distribución. "Nuestra misión sigue siendo la misma: ofrecer ingredientes alimentarios sostenibles que no dependan de recursos volátiles y limitados como el cacao", han afirmado.
Un tercer ejemplo es el que nos proporciona la startup italiana Foreverland, que ha desarrollado y patentado una alternativa al chocolate a base de algarroba, y que el pasado mes de octubre cerraba una ronda de inversión de 3,4 M€, con la presencia de Eatable Adventures entre los fondos involucrados. Esta financiación está llamada a permitir a Foreverland dar el siguiente paso en su crecimiento, impulsando su expansión en Europa, el desarrollo de nuevos productos y la creación de su primera planta de producción en Puglia (Italia), que estará operativa a partir de enero. El producto estrella de Foreverland es 'Choruba', un ingrediente ecológico a base de algarroba que, según explican, ofrece una experiencia de consumo a la altura del chocolate tradicional. Este ingrediente está disponible en formato líquido (en gotas), y se puede utilizar en diversas aplicaciones dentro de la industria alimentaria. Los productos que incorporan este innovador ingrediente llegarán al mercado en los próximos meses. José Luis Cabañero, fundador y CEO de Eatable Adventures, afirma: "Foreverland es una de las startups más exitosas de nuestra primera cohorte de 'FoodSeed'. Este logro se debe a su ambiciosa misión de revolucionar toda la cadena de producción del cacao, abordando uno de los retos globales más importantes con una alternativa sostenible, saludable y accesible".