Nos encontramos en plena fase 1 y fase 2, según que región de España, de vuelta a la normalidad. La desinfección e higienización de los espacios y objetos es, por tanto, indispensable para completar el proceso con total seguridad para las personas. Y es que garantizar que vivimos y trabajamos en un ambiente sano, higienizado y seguro es ahora más importante que nunca.
Llevamos semanas viendo como nuestros locales del retail, hoteles o locales de restauración están tomando diferentes tipos de medidas, pasando por la lejía, el ozono o el agua ionizada entre otros. Y mucha gente se pregunta sobre cual es realmente la más eficaz de todas las opciones que existen en el mercado; tanto por eficiencia como por rentabilidad, como por continuidad, así como la indiscutible necesidad de recurrir a empresas y productos certificados, y que sean lo menos nocivos para nuestros clientes. Claramente, además, a estas alturas nadie puede poner en duda que las auditorías de seguimiento son recomendables y son lo que nos puede permitir que se avale una correcta higienización e incluso un “sello de calidad” al respecto, que de tranquilidad a nuestros clientes y a nosotros mismos. Pues bien, trataremos de explicarlo a continuación.
Todos nosotros en estos días hemos ido a algún tipo de local, véase una peluquería, una clínica estética, una cliníca de podología, de fisioterapia, dermatológica, una tienda de electrodomésticos o una terraza. ¿Somos conscientes de que los protocolos de seguridad que han seguido en cada uno de estos locales probablemente han sido diferentes? Entonces ¿cuál es el apropiado?
Llegados aquí, lo más razonable es empezar a hablar de sentido común y tratar de, insistimos, trabajar de la mano de empresas certificadas, con certificaciones y hacer seguimiento de calidad de desinfección con auditorias.
El sentido común nos tiene, lo primero, que llevar a diferenciar entre desinfección de superficies y de ambiente, y lo segundo, a la desinfección de choque vs la de continuidad.
La desinfección de superficies se puede realizar con desinfectantes químicos, tipo lejía, así como con ozono, incluso robots con lámparas UV o agua ionizada, siendo este último además un producto eco. Ahora bien, de todas estas opciones, la única que garantiza entre 24-48 horas de desinfección continuada en superficies es el agua ionizada.
En cuanto a la desinfección de ambiente, el ozono o las lámparas UV son una gran opción, pero tenemos que ser conscientes de que no se debe de utilizar ninguna de estas soluciones si se encuentra alguna persona dentro del local o el cuarto que se esté desinfectando.
Dicho lo anterior, es importante distinguir entre desinfección de choque y la de continuidad. La de choque, digamos que es la primera antes de abrir un local, en la cual lo más utilizado esta siendo el ozono, lejía o agua ionizada (ambas soluciones se pueden aplicar con un nebulizador) y nos sirven tanto para limpieza de superficies como del ambiente, ahora bien, ¿qué pasa cuando una vez abierto el local, un cliente o nosotros mismos, por ejemplo, vamos al baño y tocamos el pomo de la puerta? Pues que salvo estemos utilizando agua ionizada, o bien por cada persona que toque el pomo estemos desinfectándolo, no estamos haciendo desinfección de continuidad. Para la desinfección de continuidad se deberían de utilizar mecanismos que ten continuidad y que sean eficientes, efectivos y rentables, y hoy por hoy para superficies está el agua ionizada, y en el caso de ambientes el plasma iónico.
Por último, es muy importante que el equipo de limpieza de los locales, ya sea personal propio o externo, disponga de los medios tanto físicos, como de formación, lo cual permitirá tener autonomía propia para la desinfección e higienización diaria de los locales. Siendo pues, muy importante trabajar de la mano de empresas que nos puedan ofrecer esa formación, que nos certifiquen y que nos puedan realizar las auditorías pertinentes, lo cual debería de ir de la mano de un “sello de calidad y certificación”.
Todos ellos son productos que protegen contra virus y bacterias y están indicados para instalaciones clínicas, sanitarias, hospitales, vehículos de cualquier tipo y/o cualquier zona destinada a la concentración de personas, como gimnasios o escuelas.
• OZONO: se trata de uno de los desinfectantes naturales más potentes y eficaces que existen, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la proporción adecuada, es muy eficaz para purificar aire -ya que se descompone rápidamente y no deja residuos tóxicos. Está recomendado para tratamientos de choque y puntuales, en espacios cerrados y siempre que no haya personas dentro.
• AGUA IONIZADA: el Agua Ionizada actúa 3.125 veces más rápido que el cloro y es 184 veces más eficaz. Desinfecta superficies y tiene efecto esterilizante, microbicida y desodorante. Actúa en el mismo momento del tratamiento pero también tiene un efecto remanente de hasta 24 horas. Se recomienda su uso diario, 1 vez al día, ya que elimina el 99,97% bacterias, virus y agentes patógenos.
• PLASMA IÓNICO RCI (Ionización Catalítica Radiante): esta tecnología purifica el ambiente y elimina virus, elementos contaminantes y partículas sólidas en suspensión. Es recomendable un uso diario y continuado que puede ser con maquinaria industrial o residencial en función de los metros cuadrados a tratar. En este último caso, la tecnología RCI es la única que dispone del Certificado SPACE "Certified Space Technology" de la Space Fundation de la NASA. Estos sistemas se utilizan para regenerar el aire en la Estación Orbital Internacional.
María Quintas es CEO y Cofundadora de GoodyHelp.