La tendencia desde hace unos años por parte de las empresas dedicadas a lo que tradicionalmente se ha llamado “custom molding” es dar el salto al sector alimentario para mantener ingresos. Pese a que mercados como el cosmético o el cuidado personal siempre han sido más rentables en términos de ingresos (un envase hecho a medida evidentemente tiene un precio superior al procedente de una tirada larga para una envasadora de aguas), la caída del consumo unido al hecho de que existe una competencia cada vez mayor (nuevos materiales, envases procedentes de países que son potencias en la cosmética y que por tanto tienen una industria del envase más importante) ha empujado a las empresas a buscar nuevas fuentes de ingresos. Y dados los volúmenes que mueve el mercado alimentario, éste siempre es el principal objetivo.
Salvo un par de excepciones, lo que intentan todas las empresas es implementar el modelo de negocio que se desarrollaba hasta ahora en los nuevos clientes. Ofrecer tiradas cortas, con diseños innovadores y, por lo general, en campos no habituales (lácteos, vino, etc.) es la prioridad de la mayor parte de sus compañías para conseguir que un cliente habituado a costes controlados pague un poco más.
El líder destacado de este segmento sigue siendo Gerresheimer, un grupo que en los últimos años parece volcado con su expansión hacia los mercados emergentes, pero que no ha descuidado su presencia en áreas consolidadas como Europa Occidental. Así, tras invertir en 2012 unos 870.000 € en maquinaria e instalaciones, de nuevo en 2013 volverá a hacer un desembolso para este concepto, esta vez por valor de 928.000 €.
Otro de los grandes grupos internacionales en nuestro país, RPC, también ha ejecutado desembolsos en este último periodo, aunque en su caso su actividad se ha centrado en la incorporación de nueva tecnología de producción de extrusión bicapa, un sistema que permite combinar distintos grados de PE o de PP para conseguir un mayor nivel de rigidez y al mismo tiempo emplear dos colores distintos en la composición del packaging. Curiosamente, otro grupo internacional, Promens, ha optado por reforzar su catálogo en sus sectores tradicionales y a principios de año presentó una serie de nuevas gamas de botellas de PET destinadas al mercado cosmético con diseños cilíndricos u ovales, en formatos que van de los 75 ml a los 500 ml.
En el capítulo nacional, destaca sobre todo el desembolso de Bopla, que el pasado ejercicio invirtió en inmovilizado material un total de 1,47 M€. A este respecto, fue noticia por la instalación en la cubierta de su planta un sistema fotovoltaico de 100 kW, que por si sola supuso una inversión de 200.000 €, que se espera reduzca un 10% su factura eléctrica. La alicantina Impresiones Seyca tiene previsto para 2013 invertir unos 500.000 € en la adquisición de un nuevo equipo I-S-B de PET, así como utillaje y periféricos. La empresa ya tiene operativa la línea en su planta y está a la espera de tener en funcionamiento los primeros moldes para empezar a trabajar. El nuevo equipo de última generación le permitirá incrementar su capacidad productiva en aproximadamente un 12%. Por último, mencionar a Alción Plásticos, que el pasado año acometió desembolsos por valor de 420.000 €.