En un entorno en el que la competencia por ganar cuota de mercado de acrecienta y la reducción de costes es la norma, las empresas que operan en este segmento están encontrando serias dificultades para mantener su niveles de ingresos. Desde hace un par de años, se viene observando en el sector un franco interés por posicionarse mejor en el mercado alimentario, el que mueve volúmenes de negocio más relevantes, pero allí la competencia es igual o más dura y en muchos casos implica niveles de producción inabordables. La práctica se sigue extendiendo, pero las empresas que deciden continuar en los mercados no alimentarios (incluyendo en esta categoría los productos de limpieza, hogar, cuidado personal y farmacia) están viendo que los envases “custom molding”, o a medida del cliente, han de ser más “custom” que nuca. La capacidad que todos los actores del sector dan al diseño como cualidad capaz de atraer al consumidor hace que sea un factor que los proveedores de envases destaquen a la hora de presentar su hoja de servicios.
En este pequeño nicho de mercado, en el que también están presentes muchas firmas recogidas en la parte principal de este reportaje, sigue como líder destacado el grupo alemán Gerresheimer, una compañía que a nivel internacional muestra un importante interés en crecer en países en vías de desarrollo (los tradicionales BRIC), sin olvidar los mercados en los que es especialmente fuerte. En el caso de España, las dos plantas que operan en nuestro país siguen llevando a cabo una política inversora muy activa, que le llevará a ejecutar en el presente año unos 869.000 € de inversión para maquinaria e instalaciones. En la misma línea se sitúa el grupo británico RPC, que cuenta con una planta de producción de envases de PET en el Reino Unido, aunque hasta la fecha no hay ningún cliente en nuestro país que emplee productos de este material.
En España, esta compañía está completando el acondicionamiento de la nueva nave productiva que ha construido en Campo Real (Madrid), a la que prevé trasladarse el próximo mes de septiembre. La empresa contará con unas instalaciones de 6.000 m2 sobre parcela de 12.000 m2 y su puesta en marcha supondrá el cierre de la factoría en la que viene operando hasta ahora, ubicada en Arganda del Rey (Madrid), de unos 3.500 m2. Asimismo, el traslado servirá para abordar una renovación de la maquinaria más obsoleta, sustituyéndola por equipos de última generación con una mayor eficiencia energética.
También la barcelonesa Bopla tiene previsto ejecutar inversiones en maquinaria productiva en 2012, aunque en su caso la cuantía está todavía por determinar. En el capítulo de empresas que quieren dar el salto al sector alimentario, cabe destacar el caso de Impresiones Seyca, firma que ha puesto además la vista en segmentos en los que el PET está en proceso de implantación, como son el vino o los lácteos, para lo que ha desarrollado envases específicos con tecnología propia. Por último cabe mencionar a la madrileña Farmaplas, empresa que en 2010 completó una importante inversión precisamente para mejorar su posición en el sector alimentario y que en 2011 se fusionó con su hermana Compañía de Soplado Plásticos.