El ejercicio 2015 ha supuesto el inicio de la recuperación de la industria papelera en España, con un incremento del 2,6% en la producción hasta los 6,195 Mt, según ha señalado la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) en la presentación del Informe Estadístico Anual del Sector Papelero. En todo caso, este incremento se sitúa por debajo del 5,6% de subida en el consumo interno, fijado en 6,607 Mt, lo que ha implicado un aumento de las importaciones, del 2,3%, hasta los 3,208 Mt; y un descenso de las exportaciones (del 4,1%, hasta los 2,796 Mt), este último atribuido por Aspapel a la pérdida de competitividad derivada de la reforma energética.

Enrique Isidro, presidente de Aspapel, ha señalado que “el reto fundamental ahora es la consolidación de esta incipiente y aún frágil recuperación. Para ello es necesario mejorar las condiciones de competitividad, crear un caldo de cultivo en el que pueda desarrollarse la actividad industrial. Y eso pasa por un precio competitivo de la energía para la industria, el desarrollo de infraestructuras y una regulación que permita mejorar la logística y el transporte, la defensa de los intereses de la industria española y europea en el marco de la política comercial de la UE y el estímulo a la I+D+i”.

“Buena prueba de esa fragilidad de la recuperación es que, si bien los datos del primer trimestre de este año señalaban en la misma dirección de recuperación, en el segundo trimestre se está detectando una clara desaceleración”. El crecimiento de la producción de papel en el primer trimestre de 2016 es del 4,7%. Pero el dato enero-mayo es del 2,6%, debido a que la producción en abril ha crecido solo el 0,6% y en mayo bajado el 1%.

Entre los seis grandes productores de papel de la Unión Europea, España es quien más crece. Alemania, el primer fabricante europeo, se mantiene en un volumen similar al de 2014. Los grandes productores nórdicos (Suecia y Finlandia) ven disminuir su producción, al igual que Francia. Y solo Italia, con un incremento de la producción de papel del 2,2%, se acerca al dato español de 2015.

Los papeles especiales (con un 15,3%) y los higiénicos y sanitarios (con el 9,2%) han sido los de mayor crecimiento en 2015. En cambio, los papeles para usos gráficos (prensa, impresión y escritura) iniciaron la recuperación en el segundo trimestre de 2015 y en el cómputo global del año se anotaron un retroceso del 1,6%. Finalmente, los papeles para envases y embalajes están encontrando en el auge del comercio electrónico una importante palanca de crecimiento. Más de la mitad de la producción de papel en España se concentra en papeles de embalajes. En concreto, la producción de papeles para cartón ondulado subió el 2,2%, hasta los 2,897 Mt, tal como se recoge con más detalle en el Informe 2016 del sector de envases de cartón ondulado recientemente publicado por Alimarket, mientras que la del resto de papeles para packaging se mantuvo completamente estabilizada en las 741.200 t.

Con respecto a la celulosa, se ha producido un severo ajuste de capacidad con el cierre de una planta a finales del año anterior, que supuso el descenso de la producción en 2015 de casi un 12%. Sin embargo, la producción de celulosa integrada, la producida para autoconsumo, se incrementó el 0,8%.

Consumo: recuperación clara, pero asimétrica

Por lo que respecta al consumo papelero en España, en 2015 se ha consolidado la recuperacióniniciada en 2014, con un crecimiento del 5,6% que dobla el logrado el año anterior y se sitúa muy por encima del incremento del PIB. Pese a este buen ritmo de recuperación, las casi 6,61 Mt consumidas aún se sitúan lejos del récord histórico de 7,9 Mt que se registró en 2006.

La recuperación es asimétrica para los distintos tipos de papeles. Los mayores crecimientos los encontramos en los papeles para embalajes, con un incremento del 8,2% en los papeles para cartón ondulado (hasta los 2,977 Mt), del 6,8% en cartón estucado y del 9,3% en otros papeles para embalaje (papel kraft sacos, papel para bolsas, papel/cartón para tubos, productos de celulosa moldeada como las cajas de huevos, etc.).

El consumo de papeles para usos higiénicos y sanitarios ha crecido a buen ritmo (5,3%). Por el contrario, los papeles gráficos (papel prensa y papel de impresión y escritura) han retrocedo el 0,1%. Los papeles para embalajes representan el 62% del consumo total de papel en nuestro país, seguidos de los papeles gráficos (22%), los higiénicos y sanitarios (10%) y los especiales (6%). España es el quinto consumidor de papel de la UE, por detrás de Alemania, Italia, Reino Unido y Francia. El consumo per cápita fue de 142 kg/hab., frente a los 135 kg del año anterior.

La pérdida de competitividad, causada en el sector por los sobrecostes derivados de la última reforma energética, está según Aspapel en la raíz del comportamiento del mercado exterior de papel y celulosa en 2015. Así, en el caso del papel, las exportaciones han caído el 4,1%. Pese a ello, el sector sigue mostrando su fortaleza exportadora: España exporta el 45% del papel y el 44% de la celulosa que produce y las exportaciones suponen el 57% de la facturación del sector.

Crecen las inversiones

Las inversiones del sector en 2015 ascendieron a 177 M€ y se mantuvieron en línea con las del año anterior, que habían marcado el inicio del nuevo ciclo inversor con un crecimiento del 23%. La inversión de 228 M€ prevista para 2016 ratifica esa tendencia inversora, con un incremento del 29%. En los últimos diez años, pese a la crisis, el sector ha invertido casi 2.800 M€. Se trata de inversiones destinadas fundamentalmente a aumento de la capacidad de producción, reducción de costes y renovación tecnológica e innovación, así como calidad y medioambiente.

El sector papelero cuenta en España con 10 plantas de fabricación de celulosa y 71 fábricas de papel, y da empleo directo a 16.320 personas e indirecto a otras 85.000. La estabilidad en el empleo, la formación continua y la prevención de riesgos laborales (materia en la que Aspapel desarrolla un ambicioso programa en colaboración con los sindicatos y empresas) son elementos básicos de la gestión del capital humano en la industria papelera española. En este sentido, y a pesar de haberse producido un leve repunte en 2015, los índices de accidentalidad se han reducido a la mitad en el periodo 2006-2015, periodo en el que el índice de incidencia ha pasado de 58 a 31,5, el de frecuencia se ha reducido de 35 a 18 y el de gravedad de 2 a 0,6.