Empac (European Metal Packaging), la asociación que reúne a los productores europeos de envases metálicos rígidos y a sus socios de la cadena de suministro, ha publicado los resultados de su estudio de Análisis de Ciclo de Vida (ACV). Identifica el impacto ambiental medio del ciclo de vida de los productos de envase metálicos fabricados en Europa. Como tal, el informe expone la contribución de la industria al desarrollo sostenible, lo que estaría perfectamente alineado con el concepto de economía circular. El ACV, conforme con la norma ISO 14040/44, utiliza datos de 2013, aportados por fabricantes líderes de envases metálicos y sus proveedores, y cubre los sectores del aerosol, el envase metálico alimentario, general line y el sector decorativo. El estudio ha sido conducido por RDC Environment, una consultora internacional independiente con sede en Bruselas, y sometido a la revisión experta de Solinnen, empresa consultora con sede en París especializada en la práctica de ACV.

Si se compara con los datos ofrecidos en 2006, se observa una reducción significativa en la huella de carbono para envases de acero y rígidos de aluminio, que alcanza al 20% y el 30%, respectivamente. La reducción de CO2 equivalente es atribuible principalmente a tres factores: mayores cantidades de energía verde utilizada en el mix energético del proceso de fabricación de los envases; las tasas medias europeas de metal reciclado son mayores; y la r educción de la cantidad de materia prima necesaria por unidad a medida que se avanza hacia pesos medios menores en los envases. Entre otros indicadores, el estudio también mide el consume neto de agua, lo que es un componente clave en la evaluación de la huella ambiental de un producto. Los resultados confirman que los envases metálicos han reducido su impacto sobre el consumo de agua en un 60% por unidad media de envase de acero entre 2006 y 2013.

La reducción del peso de las latas, y su combinación con mejoras en el proceso productivo, son las principales razones de tan importante reducción del impacto sobre el consumo de agua. “El modelo de cálculo de impacto ambiental de demuestra que el envase metálico sigue centrándose en usar los recursos y materiales de la forma más eficiente y sostenible posible. Estamos encantados con los últimos resultados pero seguiremos fijando objetivos ambiciosos en el future” ha señalado Ellen Wauters, Directora de Comunicaciones e Industria en Empac.

“Nos gustaría también destacar que, a pesar de que el Análisis de Ciclo de Vida es la metodología más reconocida para la medición del comportamiento ambiental, no mide la funcionalidad de los envases ni tampoco tiene en cuenta la naturaleza permanente de los metales. De hecho, el aluminio y el acero son reciclados infinitas veces sin pérdida alguna de su calidad. A través del reciclado, su valor permanente para siempre, estando disponible hoy y también para futuras generaciones”.