La sesión matutina del III Encuentro Soluciones de Envasado para Gran Consumo se cerró con la participación de Montserrat Lombardo , directora de Asuntos Regulatorios de Unilever España. En su intervención, Lombardo abordó el plan de la multinacional de gran consumo para lograr “una vida sostenible” .
El plan, puesto en marcha por la compañía en 2008, y que se extenderá hasta 2020, implica a todas sus marcas, entre las que destacan ‘Flora’, ‘Frigo’, ‘Calvé’, ‘Skip’, ‘Dove’ o ‘Mimosin’, y tiene por objetivo reducir el impacto medioambiental y aumentar su compromiso social, duplicando al mismo tiempo su negocio en este periodo (facturó 53.272 M€ en 2015 a nivel mundial; 600 M€ en España), lo que será posible ya que, como reconoce Lombardo, “el consumidor quiere productos de calidad y marcas sostenibles y hemos visto crecimiento en las marcas donde comunicamos sostenibilidad”.
Este plan estratégico de Unilever se asienta sobre tres pilares esenciales, como son la mejora de la salud y el bienestar de sus consumidores, el aumento de la calidad de vida de proveedores y reducción de su huella de carbono. Para ello, ha optado por la utilización de materias primas procedentes de fuentes sostenibles, punto en que el que confía que, en 2020, el 100% de las materias primas agrícolas empleadas en la producción de sus referencias, como por ejemplo, las sopas y cremas ‘Knorr’ tengan este origen, porcentaje que actualmente se sitúa en el 51%.
El papel del envase
Las actuaciones realizadas por Unilever en el ámbito de la sostenibilidad han alcanzado también a los envases, tanto primarios como secundarios, primero, con su uso como soporte para la comunicación de las actuaciones de la compañía. Pero, además, la compañía sigue trabajando para rebajar el grosor de los mismos, mejorar la salida del producto y aumentar su reciclabilidad. En este sentido, Lombardo recordó el ejemplo de ‘Timotei’, cuyo nuevo envase transparente supone un 25% menos de uso de plástico que el anterior, unos cambios que, no obstante, no siempre entiende el consumidor, “como sucedió con el nuevo detergente concentrado ‘Skip’.
La reducción del envase no tuvo mucho éxito y hubo que volver al anterior y hacer una transición más progresiva para que el consumidor vaya aceptando el nuevo producto”, indicó. Precisamente, para salvar las posibles reticencias de los consumidores ante envases que pueden considerarse “de poca calidad, al ser más ligeros”, la compañía ha optado por emplear nuevos materiales como el del nuevo ‘Dove’, con un 15% menos de plástico pero de estética similar al anterior, o promover su reutilización, dotando de nuevos usos a los envases una vez que el producto se ha acabado.
En cuanto a los envases secundarios, la generalización del uso de cajas de materiales reciclados, la optimización de la logística (con la reducción de uno de cada cinco camiones) y una importante mejora en los sistemas de paletización (con la minimización de la separación en pallets, por ejemplo), se encuentran entre las principales medidas adoptadas por la compañía dentro de su plan de sostenibilidad.