El centro tecnológico Ainia y la tostadora valenciana Coffee Productions acaban de presentar los resultados de su proyecto CoffeeCap, orientado al desarrollo de una cápsula de café de alta barrera al oxígeno, compostable y biodegradable en el entorno marino.
El prototipo tiene entre sus componentes polihidroxialcanoato (PHA), un biopolímero producido por bacterias por fermentación del azúcar o lípidos, tradicionalmente aplicado en la fabricación de botellas desechables, bolsas y otros productos de un sólo uso como pañales, servilletas, vasos y cubiertos y que, aplicados a esta cápsula, garantiza su biodegradado conservando la seguridad del envase y sin que se vean alteradas las propiedades o la calidad del café.
Para analizar la biodegradación de estas cápsulas, se ha contado con la colaboración del Grupo de Polímeros y Materiales Avanzados de la Universitat Jaume I de Castellón (UJI), coordinado por el profesor Luis Cabedo, que ha analizado su descomposición en el medio marino simulado y real, y ha comprobado que, en nueve meses, la cápsulas logró alcanzar una biodegradación en el mar del 30%, por lo que se prevé que se biodegradará completamente en un período máximo de tres años. En condiciones de compostaje industrial, este tiempo se reduce a un mes.
Para Luis Gil, técnico de la línea de envase de Ainia, “la obtención de este prototipo supone una solución tecnológica ante el reto de lograr envases más sostenibles y respetuosos con el medioambiente. En este caso concreto, se trata de una cápsula industrializable que cumple con la función barrera de conservar la vida útil del café y que respeta los requisitos de compostabilidad y biodegradación marina”.
En esta línea, Ainia ya esta trabajando en la producción de nuevos biopolímeros a partir de algunos subproductos de la industria como restos de zumos; remolacha; residuos sólidos urbanos; restos de poda, cáscaras de frutos secos y huesos o de suero láctico de queso, entre otros.