Este lunes, el Presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, promulgó el decreto-ley que modifica los regímenes de gestión de residuos, vertedero y gestión de flujos específicos de residuos sujetos al principio de responsabilidad ampliada del productor, un texto que introduce por primera vez en la Península Ibérica un modelo de sistema de depósito, devolución y retorno a nivel estatal.
El Ministerio de Medio Ambiente había anunciado, a principios de diciembre, la creación del SDDR aplicable a los envases de bebidas de plástico y metal, pero no vidrio. Esta es una de las medidas que Portugal tuvo que implementar para cumplir con lo acordado con la Comisión Europea en el ámbito de la solicitud de reembolso del quinto control del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR).
Según el comunicado difundido en su momento, el Gobierno esperaba que el SDDR fuese a tener un "impacto muy positivo en las tasas de recogida de envases de bebidas de plástico y metal", contribuyendo también a una reducción de los costes de limpieza urbana por parte de los municipios. Los datos del Informe Anual de Residuos Urbanos de 2022 indican que Portugal recicla sólo el 33% de los residuos urbanos que produce.