El mercado de cierres y tapones en nuestro país mantiene la línea ascendente que ha venido dibujando en los últimos tres ejercicios al calor de la recuperación del consumo y la revitalización de las exportaciones. No obstante, los avances siguen siendo contenidos. Concretamente, según los datos de Alimarket Envase recogidos en el informe 2017 del sector, publicado el pasado mes de junio, las ventas de cierres y tapones ascendieron un 3,5% en 2016. Este aumento ha venido acompañado por una mejora generalizada en la rentabilidad de las compañías, resultado de años de inversiones en tecnología e I+D y profundos planes de transformación, y también al ligero respiro que dieron las materias primas en el último año, principalmente, los polímeros, tras la bajada del precio del barril de Brent.
Las exportaciones mantienen su condición de principal fuente de ingresos de sector y alternativa para compensar el excedente de oferta existente, tras los desembolsos realizados por las compañías en los últimos años para incrementar su capacidad -y reducir de esta forma el coste medio por unidad- y la entrada de productos procedentes de terceros países, especialmente, cierres plásticos procedentes de países como China o Hungría, de menos coste que los de manufactura nacional. Según datos del Icex, la actividad exterior generó el 59,5% del total de ingresos del sector en 2016, apenas dos puntos menos que en el ejercicio anterior, siendo los tapones corona los que lograron una mejor evolución. En cuanto a los cierres metálicos y plásticos, ambos segmentos incrementaron también su nivel de exportación en 2016 respecto al ejercicio anterior, un 12,1% y un 18%, respectivamente. Junto con el envío directo de productos a otros mercados, la entrada directa en nuevos países con la puesta en marcha de plantas de producción (como las levantadas recientemente por Grupo Torrent en India y por Bemasa Caps en Egipto) sigue ofreciendo interesantes oportunidades al sector. De hecho, la irundarra Betapack sigue liderando el mercado, en gran parte, gracias a la actividad de su filial Mirvi, con sede en Brasil.
No obstante, los operadores del sector taponero no se han centrado únicamente en explorar nuevos mercados, sino que siguen inmersos en innovar en sus desarrollos, tanto para lograr piezas más funcionales y seguras como para ayudar a sus cliente a destacar en sectores como el de las bebidas tranquilas o saludables y el del cuidado personal. Para ello, tener la posibilidad de crear referencias personalizadas en cuanto a texturas o decoración, por ejemplo, se ha convertido en un recurso eficaz para responder a las demandas de los envasadores, especialmente, en el campo de la belleza.