La sostenibilidad se ha convertido en una necesidad para cualquier actividad empresarial y más en las empresas de la logística y del transporte, tradicionalmente responsables de buena parte de la emisión de gases con efecto invernadero por el carácter de su actividad: el transporte de mercancías, que supone el 29,6% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas. Conscientes de su responsabilidad, las compañías del sector cada vez más buscan alternativas para adaptar su actividad a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y a la Agenda 2030 de la UE, tal y como se analizaba en profundidad en un reportaje sobre Logística Sostenible en Alimarket Logística.
Pero, ¿cuáles son estas alternativas?
1. Vehículos modulares: según la DGT, existen ya cerca de 1.000 autorizaciones de EMS (vehículos euromodulares), conocidos como duotráileres. Pese a la reducción de las emisiones, del 25-30%, que conllevan estos conjuntos de dos tráileres, aún hay voces críticas sobre su uso, críticas basadas, entre otros aspectos, en la falta de adecuación de la red viaria para acoger este tipo de camiones, lo que supone un mayor riesgo en las carreteras y un mayor desgaste en el firme. No obstante, grandes flotistas como Sesé o XPO ya cuentan con un buen número de efectivos de este tipo de vehículos y cada poco tiempo hay un nuevo operador que los incorpora a su flota. Como ejemplo, la valenciana Transportes Campillo acaba de adquirir su primer dúo para su operativa con Palletways.
2. Biocombustible HVO: este biodiésel, producido a partir de aceites vegetales usados, grasas animales y desechos agrícolas y forestales, se ha convertido en uno de los protagonistas del año en materia de sostenibilidad en el transporte. Entre sus ventajas destaca una reducción de las emisiones de CO2 de hasta el 90% y el ser compatible con los motores diésel y su infraestructura de carga. Por ello, la nómina de transportistas que están incorporando este biocombustible a su flota no ha parado de crecer. Así, Sesé ha firmado un acuerdo de abastecimiento con Repsol, gracias al cual preveía finalizar el año con un consumo de 8 Ml de este combustible. Del lado de las empresas de hidrocarburos, BP ha comenzado a comercializar HVO en cuatro estaciones y Repsol, pionera en este "combustible de transición, de sustitución progresiva de los combustibles fósiles a las energías renovables", cuenta con un ambicioso plan de implantación en toda su red de gasolineras antes de 2027. También son destacables las iniciativas de las propias empresas, como Fercam que ha instalado un tanque de HVO en la gasolinera de su sede de Castellbisbal.
3. Gas natural vehicular (GNL y GNC): aunque esta tecnología parece haber perdido un poco de fuelle en los últimos años (el precio del gas desde la invasión de Ucrania ha jugado en su contra), sigue siendo muy interesante para el sector. Operadores como Delgo siguen ampliando su flota de este tipo de vehículos, que se adaptan muy bien a la operativa de suministro a tiendas de las grandes cadenas de alimentación.
4. Vehículos eléctricos: la apuesta por la movilidad eléctrica sigue siendo complicada para el sector transportista, especialmente en lo referente a vehículos pesados y de larga distancia. La falta de una autonomía real superior a los 300 km y la aún escasa red de recarga rápida siguen siendo los hándicaps para el uso de este tipo de vehículos. De hecho, el año pasado todavía se matricularon menos de 200 camiones eléctricos. No obstante, han surgido algunas iniciativas como la emprendida por Logista Freight y su cliente L'Oreal o la de Nestlé con ID Logistics, entre varios ejemplos. Otro tema es el reparto de última milla, tanto de compras ecommerce como de los supermercados. En este caso, los principales operadores de reparto urgente, con Seur a la cabeza, cada vez suman más vehículos eléctricos (motos, bicicletas, furgonetas ligeras) a sus flotas, garantizándose la recarga con sus propios puntos en las nuevas instalaciones que abren. Sin embargo, las iniciativas surgidas en los últimos años basadas exclusivamente en movilidad sostenible están encontrando dificultades para lograr la suficiente rentabilidad que permita su desarrollo y varias de ellas han acabado en cierre.
5. Hidrógeno y Biometano: en un nivel de madurez más incipiente se encuentra el uso como combustible del biometano y el hidrógeno verde, tal y como se analizaba en la mesa redonda "Energías y combustibles renovables para el transporte de mercancías", organizada por ACE (Asociación Española de Cargadores) dentro del marco de la feria Logistics&Automation celebrada a finales de noviembre. Respecto al hidrógeno, tecnología donde Primafrio y Campillo Palmera ya están realizando estudios de viabilidad, es una energía con un gran potencial, "permite rutas de grandes distancias sin recargar y se puede utilizar en motores convencionales con pequeñas adaptaciones", destacaba Alberto Moral, gerente de desarrollo de negocio en Europa del Sur de Carburos Metálicos. Sin embargo, la escasez de hidrogeneras y, sobre todo, la falta de demanda, son sus principales hándicaps. Mientras, el biometano, un gas renovable producido a partir de los residuos agropecuarios, plantas y tratamiento de lodos, tiene como ventaja su fácil distribución, ya que puede aprovechar la actual red de gas natural. En contra, el precio de los camiones (un 20% superior a los convencionales) y la falta de plantas de producción.