Difusores ligeramente perfumados o libres de fragancias
Los productos sin fragancia o ligeramente perfumados pueden atraer a los consumidores reacios a los excesos de aromas artificiales. Por ejemplo, los estudios de Mintel muestran que aproximadamente cuatro de cada diez consumidores españoles solo utilizan productos de cuidado del aire para eliminar los malos olores, y el mismo porcentaje afirma que los ambientadores les dan dolor de cabeza. Sin embargo, conviene destacar que las nuevas tecnologías de eliminación de olores no necesitan incorporar fragancias fuertes. De hecho, están diseñadas para imitar los procesos biológicos presentes en la naturaleza, donde los aminoácidos resultantes de la degradación de numerosos compuestos causantes de malos olores se unen o destruyen catalíticamente. Los fabricantes tienen la posibilidad de desarrollar variedades ligeramente perfumadas o sin fragancia para atraer a los consumidores que busquen productos con menos ingredientes o consideren que los aromas de los ambientadores son demasiado penetrantes.