La multinacional estadounidense Johnson & Johnson cerró 2018 con una facturación de 81.600 M$ (71.800 M€), un 6,7% más en relación al ejercicio anterior. Según los datos que la fabricante de productos de higiene personal y farmacéuticos ha ofrecido a sus inversores, el mayor aumento procedió de su división internacional (+8,5%), mientras que las ventas locales progresaron un 5,1% respecto a 2017. No obstante, sus previsiones para el presente 2019 no son tan positivas, dado que proyectan un crecimiento plano en torno al 0%.
“Johnson & Johnson finalizó otro periodo de fuerte evolución en sus ventas y logró, por 35º año consecutivo, un aumento de sus ganancias”, ha declarado Alex Gorsky, presidente de la compañía. En este sentido, registró un beneficio neto de 15.300 M$ (13.500 M€) durante 2018, lo que supuso casi multiplicar por doce el resultado obtenido en el ejercicio anterior (1.300 M$). Ese mismo año, la entidad sufrió el impacto negativo de la implementación de la reforma tributaria por parte del Gobierno de EEUU.
Gorsky también se ha referido al futuro de Johnson & Johnson: “La solidez del negocio y la gestión disciplinada de la cartera nos permitirá continuar impulsando inversiones en innovación”. Sin embargo, en 2019 la multinacional espera un crecimiento plano de las ventas, que en el mejor de los casos se situaría entre el 0 y el 1%. Por ello, el pasado mes de diciembre anunció una recompra de acciones “sin límite de tiempo” hasta alcanzar 5.000 M$ (4.400 M€).
Por productos, J&J ha explicado que los analgésicos ‘Tylenol’ y ‘Motrin’, las marcas ‘Neutrogena’ y ‘OGX’, y los artículos de higiene bucal de ‘Listerine’ fueron los que tuvieron mayor aceptación. Estos, además del resto de artículos con destino al consumidor, representaron 13.900 M$ (17%) de la cifra de negocios y un 1,8% más respecto al año anterior.