La fusión entre los agregadores de oferta de delivery Just Eat y Takeaway sortea su último obstáculo, tras haber recibido luz verde el pasado día 23 de abril por parte de la Competition and Markets Authority (CMA), autoridad de control de la competencia del Reino Unido. Si bien Takeaway no opera en el mercado británico desde 2016, la CMA decidió iniciar el pasado día 19 de marzo una investigación sobre las repercusiones de esta operación. En el documento final, la autoridad considera que "no es realista la posibilidad de que Takeaway pudiera regresar al mercado de suministro online de alimentación del Reino Unido si no se llevara a cabo la fusión", por lo que ésta no supone "una pérdida real o potencial de competencia entre las partes". En un sentido similar se había pronunciado ya a finales de 2019 la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) en España, si bien en su documento de aprobación se establecían ciertas cautelas. En concreto, se señalaba que Delivery Hero, con una participación del 15,53% en Takeaway, también controlaba una participación minoritaria en la plataforma Glovo, competidora de Just Eat en España.

Como se recordará, la compañía neerlandesa Takeaway, con presencia en 10 mercados europeos e Israel, planteó en julio de 2019 la compra y posterior fusión con la británica Just Eat, con el objetivo de crear una plataforma con un volumen en ese momento de 360 M de pedidos anuales, por valor de 7.300 M de libras. La operación se complicó el pasado mes de octubre, cuando el grupo Prosus, vinculado a la inversora sudafricana Naspers, lanzó una oferta competidora por Just Eat. La competencia entre ambos grupos hizo que se incrementaran las ofertas iniciales, alcanzando las 7,40 libras por acción por parte de Prosus, mientras que Takeaway ampliaba de 0,09744 a 0,12111 acciones propias por cada una de Just Eat. Finalmente, ya en enero de 2020 se anunció la aceptación de la oferta de Takeaway por parte de accionistas de Just Eat representativos del 80,4% de los derechos de voto.

Just Eat está presente en España desde finales de 2010, cuando inició su actividad en Madrid y Barcelona. Al cierre de 2019, la compañía superaba los 10.000 restaurantes asociados en más de 1.000 municipios españoles. En 2018, su último ejercicio conocido, la filial española Just Eat Spain alcanzó una facturación neta de 38,10 M€, con una plantilla media de 121 trabajadores. De los ingresos totales, 30,81 M procedieron de la gestión de pedidos y altas de restaurantes y los 7,29 M restantes de otras actividades y servicios.