El grupo Beer&Food se prepara para ofrecer sus servicios de comida para llevar a partir del lunes 4 de mayo, siguiendo las medidas de desescalada aprobadas por el Gobierno de España. Para ello, pondrá en marcha un nuevo protocolo de prevención, enmarcado en su programa 'Safe&Health - No Contact Service', que trata de mantener las máximas garantías de seguridad y calidad. Este servicio se habilitará en los establecimientos de las enseñas 'Carl’s Jr.', 'Tony Roma’s', 'Tommy Mel’s' y 'La Chelinda' que ya tienen disponible el servicio a domicilio sin contacto físico.
Cada restaurante contará con un responsable de coordinar los pedidos con el área de producción, empaquetado y entrega al cliente, asegurando que se respetan las medidas de prevención. Entre ellas, la distancia de seguridad de 1,5 metros entre los empleados y en el exterior del establecimiento. Además, cada restaurante dispondrá de dos mesas diferenciadas y separadas para los servicios de delivery y take away, evitando el contacto entre repartidores y clientes, donde se aplicarán medidas de limpieza extrema. Los usuarios podrán realizar sus pedidos por teléfono, en la página web o en la puerta del establecimiento. Una vez listo, el coordinador anunciará el pedido en voz alta, para que el cliente se acerque a la mesa de recogida.
Beer & Food ha mantenido desde el inicio de la crisis sanitaria la operativa de servicio a domicilio de algunos de sus restaurantes, trabajando a través de las plataformas de delivery, como parte de "su vocación de servicio público, compromiso y responsabilidad con la sociedad, cumpliendo en todo momento con las máximas garantías de seguridad y calidad para todos". Con este fin, puso en marcha un protocolo 'Safe&Health' para reforzar las medidas de higiene y análisis de peligros y puntos de control críticos (APPCC) de los establecimientos, incluyendo el uso de guantes en sus trabajadores, la prohibición de portar objetos personales y el uso de teléfonos móviles, así como la higiene de manos. Por otro lado, el 'No Contact Service' garantiza que no se producen contactos físicos ni en el restaurante ni en la entrega, ya se trate de servilcios de delivery como ahora en el take away.