Finalmente, el grupo especialista en diagnóstico por imagen CRC Corporació Sanitària ha optado por el concurso voluntario de acreedores, ante la imposibilidad de afrontar la deuda acumulada , que fuentes cercanas a la empresa cifran en 44 M€. El grupo catalán ha presentado concurso para 14 de sus 16 filiales en el Juzgado Mercantil número 2 de Barcelona . El objetivo ahora es desarrollar un plan de viabilidad, en el que se lleva trabajando todo el verano, para reestructurarse y conseguir mantenerse en el mercado sanitario. En este sentido, se contempla la liquidación de alguna filial y una renegociación de la deuda bajo el proceso concursal , si bien desde el grupo se insiste en garantizar la prestación de todos los servicios y, en definitiva, la continuidad de la actividad.
Cambios en el organigrama
El proceso que ahora se abre será liderado por Josep Llongarriu, que continuará siendo director general , mientras la hasta ahora CEO y directora médica Mariana Rovira y el director de desarrollo corporativo Miguel Serra, han dejado el grupo. Asimismo, el presidente Carles Sanpons Delgado también causaba baja el pasado junio por problemas de salud y el grupo ha optado por profesionalizar el consejo con la incorporación de dos nuevos integrantes independientes, que colaborarán como consejeros externos, procedentes de la gestora provisional de empresas en situación de crisis Amura Partners.
Como se ha comentando en distintas ocasiones, los problemas de CRC, según fuentes del grupo, se deben en buena medida a las fuertes inversiones que ha llevado a cabo en los últimos años para potenciar su presencia en los principales hospitales públicos catalanes y apostar por las clínicas privadas para diversificar. Los recortes y ajustes públicos (segmento que representa el 60% de la actividad de CRC) y los problemas para conseguir financiación bancaria han roto cualquier previsión real de facturación y retorno de deuda.
La nueva situación judicial de CRC se produce meses después de que el grupo desmintiera una situación de preconcurso y confirmara, a principios de año, estar iniciando una nueva etapa, que basaba su salida a los problemas de tesorería en la búsqueda de inversores y en el crecimiento fuera de Cataluña. Era un segundo intento después de que en noviembre de 2011 finalizará un acuerdo con N+1 Private Equity, inversora a la que meses antes se había dado la exclusividad para negociar la entrada directa en el capital de CRC. A partir de ahí, durante 2012 han ido sonando nombres de propuestas, como las formuladas por el grupo Capio o, más recientemente, de Mercapital, esta última con un plan para adquirir el 55% de CRC, que finalmente no ha llegado a materializarse. El grupo tampoco ha conseguido cerrar un acuerdo para traspasar su área de I+D, agrupada en el Centro de Desarrollo Molecular CIM.
CRC cerró 2011 con unos ingresos consolidados de 34,78 M€ (39,36 M en 2010), con una plantilla de 346 trabajadores. El grupo gestiona 20 centros de diagnóstico por imagen y medicina nuclear (19 dentro de hospitales y uno extrahospitalario) en Cataluña. Además cuenta con una red de teleradiología, que cubre las necesidades de buena parte de los hospitales catalanes.
