El Congreso Nacional Dependencia y Sanidad by Alimarket, que se organiza esta semana en el marco del Hospitality Innovation Planet (HIP), dentro del recinto ferial de Ifema (Madrid), ha acogido en su segunda jornada una mesa redonda en la que se ha abordado la situación actual del sector geriátrico en España, ante una audiencia de 400 personas. El debate ha estado moderado por el director de Gerokon, Aitor Pérez, y ha contado con la presencia de Jorge Guarner, fundador y presidente ejecutivo de Healthcare Activos; Javier Romero, director general de Emera España; Ignacio Fernández-Cid, presidente y director general del grupo Casablanca; y José María Cosculluela, presidente ejecutivo de Vitalia Home.
Pérez ha iniciado la sesión reflexionando sobre cómo el sector geriátrico vive un momento convulso, con la entrada de nuevos operadores e inversores (muchos de ellos de origen francés), también se han producido operaciones de fusión, nuevos proyectos geriátricos, etc. "Vivimos un momento dulce", ha reconocido el director de Gerokon, quien ha recordado que uno de los retos a los que se enfrenta el sector es la necesidad de conseguir cubrir los costes reales de las plazas, en un mercado donde el 85% de ellas están copagadas por las arcas públicas (vía concierto o prestación).
Como primera cuestión, Aitor Pérez ha planteado a los participantes de la mesa, todos ellos inmersos en diferentes planes de expansión, qué se está comprando y si todos están buscando lo mismo.q
Jorge Guarner ha reforzado la definición de Aitor Pérez sobe el momento "dulce" que está viviendo un sector en el que "actualmente hay niveles de ocupación de más del 90%, pero no siempre ha sido así". Guarner ha destacado como principal elemento a valorar la ubicación de los centros. "Hay estudios del código postal de los usuarios, que indican que los centros elegidos están en un radio de 5 km de sus hogares, está claro que estamos ante un servicio de proximidad". Hoy, según Guarner, los centros geriátricos están dirigidos mayoritariamente a los mayores de 80 años, y sería en esa franja, en la que hay que medir las ratios de camas. Entre los operadores hay consenso sobre la ratio deseable, en torno al 15% de camas por cada cien mayores de 80 años, que son los que van a necesitar este servicio. Hoy el perfil de usuario ha cambiado, las plazas están ocupadas por personas muy deterioradas a las que se les están dando servicios sanitarios. "Habría que darle una vuelta a la colaboración entre servicios sociales y sanidad". Respecto a la importancia de la ubicación, Guarner ha advertido sobre los peligros de la denominada "España Vaciada", en la que es difícil garantizar la ocupación de plazas a medio-largo plazo.
Ignacio Fernández-Cid ha explicado que el sector vive en la actualidad un momento en el que hay más demanda de plazas que oferta. "El sector es objeto de interés por parte de los fondos, porque es estable. Pocas residencias han cerrado y las que lo han hecho ha sido porque estaban muy mal ubicadas. Es necesaria la convivencia entre fondos de inversión especializados en dependencia con operadores que necesitan ponen en valor su capacidad de gestión", ha significado.
El director general de Emera España, Javier Romero, ha reconocido que cada vez hay más inversores inmobiliarios en el sector, que buscan, como opción más viable, la promoción de residencias de 130 a 140 camas en capitales de provincia o ciudades de mayor tamaño, donde hay núcleos más importantes de población. "Existen también otras opciones, en las cabeceras de comarca, donde con una residencia te puedes convertir en el principal empleador y ganar en notoriedad". A su juicio, a la hora de impulsar un proyecto, "hay que ser honesto" con el plan de negocio que se dispone. "No es lo mismo comprar un centro de nueva construcción, que uno en funcionamiento", ha significado Romero, quien ha destacado que hay que tener en cuenta aspectos como el importe del suelo (no se debe pagar más del 25% de la inversión global) o el importe a pagar por el fondo de comercio en el caso de comprar el negocio (es un riesgo pagar más de seis o siete veces este indicador).
Por su parte, en la misma línea, Chema Cosculluela apuntaba a las dificultades que ha habido para construir en las grandes capitales, por los precios de los suelos, lo que explicaría las bajas ratios de ciudades como Barcelona. Cosculluela también otorga importancia a la ubicación, como factor determinante en la compra/construcción de residencias, y vaticina que se va a producir un traslado de plazas desde el ámbito rural al urbano. "La demanda se producirá donde estén las personas". Asimismo, el presidente de Vitalia sugería que las patronales deberían trabajar "para posicionar los servicios sociales en las gerencias de urbanismo, porque las residencias tienen que ser servicios e proximidad, como los ambulatorios, los colegios y todos los servicios de barrio". Y abundaba en ello, considerando que, si las residencias se considerasen servicios de proximidad, costarían menos los suelos. En el futuro, las plazas, sigue vaticinando Cosculluela, "se trasladarán a los lugares de trabajo de los hijos, e incluso de los nietos, que serán quienes eligen los centros". Y por otra parte, ha insistido en la necesidad de buscar soluciones a los precios del suelo, porque "no podemos destinar el 50% del negocio al suelo o al alquiler".
Respecto a cómo valorar económicamente el precio de un geriátrico, los cuatro ponentes han coincidido en las dificultades para fijar un baremo, porque existen múltiples variables. En este sentido, Guarner ha apuntado que "las cosas valen lo que rentan" y apuntaba que hay una gran disparidad de criterios. El centro ideal para Healthcare Activos también es una residencia de entre 120-150 camas para poder controlar las sensibilidades, sin perder de vista las economías de escala. "Nosotros tenemos la teoría de que la renta tiene que representar el 50% del EBITDA".
Guarner ha incidido en la importancia de incrementar los salarios, en un trabajo muy duro, y demandaba a los sindicatos un papel activo en estas reivindicaciones, ante un problema que tienen varios países europeos. Además, ha señalado de nuevo que "tenemos 17 modelos de negocio, según las comunidades autónomas y tres más de las diputaciones forales y hay que evolucionar en el hecho de que "la unión hace la fuerza". Fernández Cid se ha posicionado en una línea similar. "No todo es bonito, también tenemos problemas, como los precios que paga la administración. ¿Cómo es posible que existan 17 comunidades con modelos de asignación presupuestarias diferentes? Algunas pagan a 984 euros la plaza y otras como Canarias o Asturias, a 370 o 487 €, respectivamente. Tiene que haber una sola normativa".
Por su parte, el responsable de Emera España ha señalado que las administraciones van a tener que seguir contando con la empresa privada para la prestación de los servicios asistenciales a los mayores. Y es que ante la demanda real de plazas especialmente en algunas zonas, la Administración en muchos casos no tiene margen presupuestario para ampliar el número de camas, por su elevado coste real, ni tampoco margen para construir una residencia desde cero, por su elevado coste y por la duración de las obras (unos cuatro años).
Por último Pérez Artetxe preguntaba a los cuatro representantes de la mesa sobre cómo ven el panorama del sector en el futuro y especialmente sobre la colaboración público privada, un tema en el que los cuatro ponentes coincidían, considerando imprescindible la libertad de elección del usuario y por tanto, el convencimiento conjunto de que la mejor vía de financiación de las plazas por parte de las administraciones públicas será la conocida como Prestación Vinculada al Servicio (el denominado"cheque servicio"), con un sistema previo de certificación de los centros.
De cara al futuro, el responsable del grupo Casablanca ha señalado que las viviendas con servicios son un modelo de éxito en muchos países de nuestro entorno y se tienen que desarrollar más en España, como opción para aquellos usuarios que demandan algunos servicios, pero quieren seguir viviendo en su hogar. "Pueden ayuda a corregir los problemas de soledad. Los mayores podrían vivir en su casa y tener acceso a servicios comunes. En el futuro creo que tendrá un desarrollo bestial. La administración tiene algo que decir en este tema", ha apuntado.
Romero ha enfatizado qué parte del presupuesto público de Sanidad tiene que ir destinado a cubrir la asistencia de las personas mayores, para apoyar al sector y, de esta forma, conseguir que los costes puedan ser más bajos. A su juicio, la práctica del copago se va a extender en el futuro. Por su parte, Cosculluela considera que "tenemos que hacer una apuesta por la calidad y el futuro pasa por la libertad de elección". "Hay que hacer un cambio e las residencias, dejar el modelo hotelero y hacer que las residencias se parezcan lo más posible a los hogares"
La segunda jornada del Congreso ha contadocon una ponencia de Roberto Rodríguez, director de Comunicación, Comercialización y Desarrollo Corporativo de grupo Amavir. En su intervención, ha partido de la idea de la mala imagen que tiene el sector en la prensa. "Afrontamos una llamada de periodistas con temor, porque en nuestro sector estamos acostumbrados a tener mala imagen". Esta mala imagen, según Rodríguez, tiene que ver con la idea negativa que la sociedad tiene de los mayores por un lado y de las empresas privadas gestoras de servicios por otro. "Existen estudios de varias universidades que nos muestran que los medios dan una imagen demasiado estereotipada de los mayores, y esto hay que cambiarlo.... hay que intentar trabajar con los periodistas para resolver estos estereotipos". Como dato relevante, Roberto aportaba que el 85% de las noticias de residencias analizadas en los últimos seis meses son negativas (maltrato, enriquecimiento, fondos buitre,mala alimentación). Esta imagen, según Rodríguez, tiene que cambiar.
A partir de ahí, el director de comunicación de Amavir ha detallado los tipos de comunicación que tiene que cuidar la empresa, que serían la comunicación externa (siempre desde la transparencia y afrontando las crisis, poniendo la comunicación al servicio de la empresa y entendiendo que "la comunicación es un valor estratégico y que todo lo que hacemos comunica, aunque no seamos conscientes"); la comunicación interna (transparencia en dar a conocer a los trabajadores y usuarios y familias toda la información posible); la comunicación digital (fomentar las redes y comunicar a través de ellas, y poder recibir críticas y responderlas, en un país con un alto grado de penetración de las redes sociales, con más de 25 M de usuarios); la Responsabilidad Social Corporativa (es muy importante el desarrollo de la RSC, porque los valores intangibles son un elemento clave para la elección de centros y servicios por parte del usuario); y, por último, las relaciones institucionales ("tenemos que asegurar una relación continuada y sostenible con las administraciones públicas y otras entidades del sector, porque son nuestros clientes y quienes nos inspeccionan").
A partir de ahí, Roberto Rodríguez ha incidido de nuevo en la importancia de la comunicación como un valor a cuidar, tanto de forma individual por cada empresa, como de forma global por parte de todo el sector. Afirmaba Rodríguez que "creo que en el sector estamos haciendo las cosas bien, pero no podemos quedarnos en que los medios son los malos, hay que dar un paso más". Asimismo, el directivo de Amavir destacaba la importancia de cambiar el "framing" (encuadre), que tiene el sector, ver desde qué punto se mira y dar un paso más para crear un framing positivo y esto tiene que hacerlo el sector en su conjunto. El sector no puede mantener el "framing" negativo que se atribuye sobre todo al sector privado. "Tenemos un problema de imagen, de reputación y tenemos que verlo como un reto". "Para ganar la batalla, el reto es cambiar el framing y para ello debemos convencer y dar la mejor imagen de nuestros centros, de forma individual y colectiva, actuar en conjunto".
Carlos Fernández-Viadero, geriátra en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, ha analizado los nuevos retos del proceso de envejecimiento. Durante su alocución, ha señalado que el envejecimiento es un proceso dinámico, que se produce a lo largo del tiempo. "Es de carácter universal, continuo y heterogéneo", ha enfatizado este profesional, quien ha recordado que España, al igual que otros países, ha vivido una transición demográfica durante las últimas décadas, con una reducción muy importante del nivel de mortalidad infantil, perintal o materna.
¨Esta transición demográfica se ha producido de forma paralela a un descenso de la natalidad. Con ello, la proporción de mayores de 65 años sobrepasa el 25% en muchas zonzas tanto de España como de Europa (a partir del dato del 12% se considera que una sociedad está envejeciendo)¨, ha señalado. Este contexto de envejecimiento, lejos de quedarse en las cifras actuales, va a más. De hecho, en países como Japón la esperanza de vida en el caso de las mujeres superará la cifra de los 90 años para 2030.
Ante este escenario, Fernández-Viadero, ha explicado que, como sociedad, "necesitamos planificar tanto los servicios sanitarios como los servicios sociales y las pensiones". "Hay que tener en cuenta que vamos a tratar a cada vez más personas mayores, que sobre todo tendrán patologías crónicas o patologías funcionales. Necesitamos ser muy innovadores", ha indicado. Este reto es global, ya que afecta tanto a países desarrollados como subdesarrollados.
Aunque no hay modelos perfectos, como tal, Fernández-Viadero ha destacado en materia de atención sociosanitaria a los países nórdicos, que, sin embargo, son sociedades que comen peor y viven entornos más fríos y con menos luz. A su juicio, la prevención, la mejora de la atención asistencial, el ejercicio físico y la dieta mediterránea son factores que se deben tener en cuenta para envejecer en mejores circunstancias. Todo ello, se debe abordar desde un enfoque global, de carácter biosocial. "Si realmente queremos que las cosas cambien, tenemos que hacer las cosas diferentes".
El director general de Sergesa Asiste, César Antón, ha analizado cómo la tecnología puede ser la base de una nueva atención en el hogar, durante una ponencia en la que ha mencionado las claves del nuevo servicio que ha lanzado la empresa bajo el nombre de ´Asiste´. A su juicio, "la tecnología puede ayudar en el cuidado de los mayores en su domicilio, pero no podemos dejar que nos desborde. Hay que integrar y utilizar aquellas que más nos pueden ayudar".
Antón ha explicado que en la actualidad hay dos millones de mayores que viven solos en España, de los que 900.000 tienen más de 80 años. La esperanza de vida sigue creciendo y las nuevas pensiones que se dan de alta en el sistema tienen un importe superior a los 1.400 euros de media. Además, nueve de cada 10 mayores llegan a la vejez con una vivienda en propiedad, un inmueble en el que prefieren vivir (antes que desplazarse a una residencia).
Antón ha recordado que desde 2007, al hilo de la crisis, el grado de desarrollo de los servicios de ayudo a domicilio no ha evolucionado al mismo ritmo que el aumento de la población mayor de 65 años. Además, ha señalado que el sector se enfrenta al reto de innovar en servicios integrales, en un escenario en el que los mayores son personas cada vez más preparadas, con autonomía física y financiera, que saben la importancia de llevar una vida saludable, etc.
Ante este contexto de mayor longevidad, aumento de la cronicidad, deseo de los mayores de vivir en casa y desarrollo de las nuevas tecnologías, el director general de Sergesa Asiste ha señalado que la utilización de las TIC puede ser de ayuda, pero, al final, el cuidado de las personas se tiene que hacer con personas. "Hay que saber adaptar los canales de forma adecuada y también elegir las tecnologías que más nos puedan ayudar".
A juicio de Antón, es importante que las personas mayores que todavía tienen autonomía y puedan vivir en su domicilio tengan acceso a cuidados básicos de salud y todo tipo de servicios, mediante el empleo y la optimización de las nuevas tecnologías, con servicios como las vídeos llamadas o las teleconsultas. "Es importante que las personas puedan tener libertad de elección y decisión de los servicios que quieren, para lo cual es necesario que la oferta sea amplia¨, ha destacado Antón, quien ha concluido que el empleo de la tecnología en el hogar puede servir para identificar casos de asislamiento.