Dentro del segmento de ensaladas existe un nicho de mercado para las empresas de conservas. Acerca de si es competencia o no del mercado de refrigeradas, depende del operador al que se le pregunte. Mientras algunos opinan que se trata de un artículo diferenciado, otros afirman que el momento de consumo es similar. Sea como sea, se trata de negocio con una tendencia distinta a la de las referencias que se encuentran a temperatura controlada.
Las conservas tienen unas ventas mucho más reducidas y están lejos de los crecimientos de las refrigeradas. Según Iri, en el TAM que finalizó el 28 de mayo de 2017 se comercializaron algo menos de 2.400 t, con una facturación de 14 M€, en ambos casos con aumentos inferiores al 1%.
Dentro de las ensaladas en conserva tienen un especial peso las de pescado, que aportan casi un 70% del volumen y un 76% en valor. En cambio las vegetales, además de ser minoritarias, están en descenso, con caídas del 0,3% en volumen (759 t) y 0,6% en valor (3,3 M€).
Otra muestra de que estamos ante un mercado diferenciado al de las ensaladas refrigeradas es que no existe coincidencia con los fabricantes, ya que este último está controlado en el terreno marquista por Industrias Alimentarias de Navarra (‘Carretilla’) y Conservas Garavilla (‘Isabel’), con un 19% y un 14% en volumen, respectivamente. La MDD en el conjunto de ensaladas, tanto refrigeradas como ambiente, supone un 76% del volumen y un 66% del valor. En cambio, en el ámbito de refrigeradas las marcas de la distribución tienen un mayor peso, de un 82% en volumen y un 70% en valor.