El panel test, de nuevo en entredicho
En el contexto de aparente cambio de etapa, el pasado mes de octubre, el sector se vió agitado por la publicación del informe sobre el aceite de oliva la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que acusaba a 15 marcas y 21 aceites -de un total de 41 referencias examinadas- de vender como virgen extra aceite producto que realmente es virgen. “A diferencia del anterior informe, realizado en 2012, todos los aceites analizados cumplen los requisitos de la normativa en cuanto a salubridad, pues no se ha detectado aceite lampante ni de mezclas de distintos tipos de aceite”, se recogía en la comunicación difundida.
El estudio despertó las críticas de las marcas denunciadas, que defendieron la calidad y la identificación de sus vírgenes extra, y de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac). Desde esta organización se señalan diversas irregularidades en el estudio, pese a haberse regido por el RD 538/2015 -sobre estudios de productos de alimentación-, y se recalca a Alimarket: “Todos los aceites analizados por la OCU cumplen los veinte parámetros químicos exigidos, según el laboratorio que eligió la propia OCU. El estudio recoge solo discrepancias en cuanto a los tres atributos sensoriales que se determinan en las catas, frutado, amargor y el picor, pero son mínimas, de 0-3,5 (sobre 10)”. Así, desde Anierac se vuelve a señalar el carácter subjetivo de las catas (panel test) y se requiere una mejora que “implique a toda la cadena, incluidas las almazaras, y no haga caer toda la responsabilidad en los envasadores”. Además, se señalan otras deficiencias en el estudio, como la “escasa representación de las muestras tomadas, de solo tres botellas por referencia; la mala conservación de las mismas en el periodo de trámite del informe y la dilación de la cata dirimente, que se realizó en septiembre, seis meses después de efectuar la OCU sus análisis".