Contar historias ha sido una estrategia utilizada históricamente por las compañías para lograr establecer vínculos emocionales con los consumidores. En momentos de incertidumbre como el actual o en aquellos donde el público está hipersaturado de mensajes, el uso de estas herramientas de marketing se han incrementado. Además, se está convirtiendo en un recurso idóneo para mostrar cómo está hecho un producto y lo que hay detrás de él, en un contexto en el que los consumidores buscan productos naturales y de proximidad.