El mercado de alimentación ecológica prosigue su crecimiento, si bien con menos vigor que en años precedentes. Pese a la progresiva consolidación que ha ido experimentando, todavía es un sector en el que no se han despejado del todo algunas incógnitas. ¿El consumidor bío sigue siendo un comprador "cerrado" o ya es menos "activista"?. ¿Le afectará menos la posible crisis poscovid gracias a que su principal motor es la salud? Algunos expertos dan por hecho que el consumidor es más flexible y que el efecto "salud" actuará de escudo. Sin embargo, los resultados en los lineales no parecen ser tan claros, con las marcas generalistas con problemas para tener éxito con sus gamas bío y la indulgencia y el placer ganando terreno durante los últimos meses. Contradicciones para un mercado todavía con mucho por hacer, de gran potencial y con unos objetivos ambiciosos marcados por el “Plan de Acción para la Agricultura Ecológica” aprobado por la Comisión Europea