El grupo Codorníu Raventós apuesta por sumarse a la tendencia “rosé provenzal” debido al inminente crecimiento que prevé la compañía en este segmento. Según IWSR (International Wine & Spirit Research), el consumo del rosado alcanzará el 9,3% del mercado mundial de vinos el próximo año. Esto supone que, entre 2012 y 2017, los rosés habrán crecido un 7,7%, mientras los blancos y tintos lo habrán hecho solo un 4,7% a nivel internacional.
En el caso del grupo Codorníu Raventós el crecimiento en ventas de rosados elaborados en España es claro; en los dos últimos años fiscales, el incremento ha sido del 34% en valor y se prevé que siga creciendo al alza. En el mismo periodo, los tintos han aumentado un 21% y los blancos un 26%. Además, se estima que tras este lustro el crecimiento será más exponencial en las gamas más altas.
Expertos del grupo y analistas de la industria coinciden en que el aumento del consumo de vinos rosados secos y de mayor calidad, frente a los más dulces y populares hasta la fecha, será también una clara tendencia en España. Entre las causas de este crecimiento, se apunta la irrupción de otros targets. Por un lado, los jóvenes, curiosos y sin miedo de aventurarse a probar vinos de regiones o variedades menos populares. Asimismo, el perfil femenino, aunque en general las mujeres consuman vino en menor medida que los hombres son éstas las auténticas amantes de los rosados. Por último, que no menos importante, los nuevos consumidores de vinos que son más susceptibles a las tendencias del momento y receptivos con la oferta existente.
Así, tras el lanzamiento de 'Viñas de Anna Flor de Rosa', el primer vino rosado en la historia de la marca Codorníu; ha presentado recientemente 'Viña Pomal Rosado 2015', el primero de la histórica marca riojana, elaborado por Bodegas Bilbaínas; y 'Vol d’Ànima de Raimat Rosé', uno de los primeros rosados de España elaborado con un método revolucionario y con la elegancia y la estructura que aportan las variedades Pinot Noir y Chardonnay.
Los tres lanzamientos se enmarcan en la tendencia al alza de los “rosés” de alta gama, especialmente los rosados provenzales o “piel de cebolla”. Éstos se caracterizan por un tono pálido, aúnan la delicadeza del blanco y el regusto floral del tinto, y son fruto de una elaboración más cuidada. En este sentido, el grupo Codorníu Raventós rompe con los tópicos más clásicos asociados a los vinos rosados y suma puntos para posicionarse como líder nacional en este segmento.