Alimarket: ¿Contempla llevar a cabo procesos de transformación digital para lograr una fábrica inteligente?
Laura Gil: En Damm iniciamos hace un tiempo el proceso de transformación digital de la compañía, que no se aplica únicamente a las fábricas, sino a todo el grupo a nivel transversal para ser una empresa mucho más ágil y flexible. Este proceso supone un gran cambio en toda la cadena de valor y, evidentemente, impacta también en nuestras plantas de producción.
En este sentido, estamos automatizando el análisis de todos nuestros procesos industriales para poder hacer un seguimiento uniforme de los mismos a través de la medición de las distintas fases de la cadena de producción. Es un proyecto ambicioso, pero es necesario que lo sea para que el resultado nos permita ser una compañía totalmente digitalizada y pionera a nivel europeo en nuestro sector.
A: ¿Podría detallar algún ejemplo de digitalización de sus fábricas/procesos productivos?
L.G: Estamos llevando a cabo un road map de unos 70 proyectos de distintas áreas que se desarrollarán durante unos tres años. Si nos centramos en las fábricas, la digitalización y gestión de los datos nos permite optimizar todos nuestros procesos de producción, haciendo un seguimiento de la calidad y de la trazabilidad de productos y materias primas.
A través de informes y cuadros de mando generados automáticamente, ahorramos tiempo en el tratamiento de información y somos capaces de mejorar la eficiencia de nuestras líneas. Siguiendo la misma línea, en los proyectos relacionados con el área comercial, la optimización y gestión de los datos es clave para aumentar ventas y, sin duda, se trata de un aspecto totalmente alineado con los objetivos estratégicos.
También se han iniciado todos aquellos proyectos que repercuten directamente en el consumidor, como la optimización de las webs de las marcas del grupo o la mejora de los servicios, como es el caso de Rodilla y su apuesta por el delivery.
Otro de los ámbitos clave es, sin duda, la necesidad de gestionar la implantación de la nueva cultura corporativa digital, implicando a todos los empleados de la empresa desde las fases más iniciales. Este proyecto, quizá uno de los más transversales, seguirá en paralelo a la implantación de todo el resto de iniciativas durante el periodo establecido para llevar a cabo la transformación digital.
A: ¿Cuál es el tiempo aproximado de retorno de la inversión una vez finalizada con éxito la implantación?
L.G: Más que el retorno de la inversión, lo importante es el coste de oportunidad que supondría no llevar a cabo esta transformación. La transformación digital no debe ser una moda, sino un requerimiento para las empresas que quieran dar respuesta a las necesidades y exigencias de los consumidores, así como adaptarse a los nuevos ritmos que marca el mercado. Para ello, debemos ser ágiles y flexibles en la toma de decisiones y en la capacidad de respuesta.