En respuesta a la tendencia a la reducción del consumo de productos lácteos, los fabricantes de yogures han empezado a comercializar variedades vegetales bajo su marca principal. En 2019, marcas mundialmente conocidas, como Activia, Yoplait y Siggi, incorporaron variedades vegetales a su gama de yogures y postres lácteos. De ese modo, las marcas de yogures están convirtiendo la disminución de la demanda de productos lácteos en una oportunidad de negocio. La ampliación de sus catálogos con nuevas referencias vegetales demuestra que las marcas confían en el buen criterio de los consumidores respecto a los distintos tipos de leche existentes (incluidas las vegetales) y sus ventajas.
En 2019, casi uno de cada 10 nuevos yogures lanzados en formato tarrina en todo el mundo se elaboraron con leche vegetal, según Mintel GNPD. En China, casi la cuarta parte de los encuestados afirman estar dispuestos a consumir yogures sin productos lácteos. En los últimos años, los yogures vegetales han incorporado variedades sin azúcares añadidos y han reforzado sus propiedades probióticas. Los yogures lácteos ya se han visto superados por ellos en estos dos aspectos reivindicados por los consumidores. En Francia, el yogur de soja Activia con copos de avena (1) contiene varios ingredientes que facilitan la digestión, tales como fermentos, bífidus y copos de avena integral. También en Francia, el yogur Panier de Yoplait con leche de almendra y albaricoque (2) incluye variedades con coco.
En misión medioambiental
A medida que los problemas medioambientales han ido adquiriendo importancia en la toma de decisiones de los consumidores, se ha empezado a cuestionar el impacto que la producción de alimentos y bebidas –incluidos los productos lácteos– tiene sobre el planeta. Los consumidores están forzando a las marcas fabricantes a asumir su cuota de responsabilidad medioambiental, independientemente del efecto que ello pueda tener en la rentabilidad de sus productos. En EE.UU., un 16% de los “millennials” afirman que el empleo de prácticas de agricultura y ganadería sostenibles por parte de los fabricantes les animaría a consumir más yogures. A su vez, en México, el 20% de los consumidores consideran que el bienestar animal es un factor importante en la elección de alimentos y bebidas.
En 2019, muchos fabricantes de productos lácteos afinaron su estrategia de contrarrestar su impacto negativo sobre el medio ambiente para adoptar compromisos más concretos tendentes a la mejora del bienestar del planeta.
Mediante una reducción apreciable de su huella ecológica y un aumento de su apuesta por la sostenibilidad, las marcas de productos lácteos pueden animar a los consumidores a replantearse –e incluso valorar positivamente– su contribución al bienestar.
Aunque los consumidores esperan que los fabricantes se preocupen del medio ambiente, también están dispuestos a asumir su propia responsabilidad medioambiental. Algunos consumidores, por ejemplo, están de acuerdo en pagar un precio más alto por el uso de embalajes sostenibles. En Alemania, un 34% de los consumidores de yogur afirman estar dispuestos a aceptar el sobrecoste que implica el empleo de envases respetuosos con el medio ambiente. En EE.UU., el 15% de los consumidores aseguran que el uso de envases sostenibles les animaría a consumir más yogures.
En Francia, por su parte, Faire Bien (3) dona el 5% de su facturación para proporcionar formación y permisos retribuidos a sus productores lácteos. Y en EE.UU., Chobani “está aportando recursos y concediendo microsubsidios para ayudar a los productores de leche a planificar el traspaso y la sucesión de sus actividades, garantizar la protección permanente de sus tierras y, por último, producir energías renovables y adoptar prácticas de ganadería climáticamente inteligentes”.
Una alternativa refrescante
Análogamente a lo que hacen las bebidas fermentadas, los yogures lácteos pueden ofrecer productos refrescantes con propiedades beneficiosas para la salud, sobre todo para el tracto digestivo. El diseño de los envases, el almacenamiento en frío y la incorporación de sabores que estimulen la salivación pueden permitir posicionar al yogur como un producto refrescante. No en vano, el carácter refrescante es un criterio de elección importante para los consumidores. Según Mintel Purchase Intelligence, las cuatro características más determinantes en la elección de un yogur para los consumidores australianos son un precio competitivo, el sabor, y su poder estimulante y refrescante. Precisamente en Australia se comercializa Vaalia Mango Sorbet Sensation (4), un yogur probiótico prémium coronado por una refrescante combinación de frutas y con la suave textura de un sorbete, que se deshace en la boca y proporciona una experiencia de sabor única.
Entre tanto, en Japón, el yogur Cup de Yakult Lactic Acid Pudding de Yakult Mitsuboshi Factory (5) está especialmente pensado para las mujeres. Este yogur refrescante contiene nata fresca, mil millones de bacterias Lactobacillus casei Shirota y un 6,5% de materia grasa.
El futuro de los probióticos a partir de 2025
En un plazo de cinco años, los consumidores podrán entender por qué sus necesidades biológicas son tan importantes. En concreto, la interrelación entre la salud mental y digestiva ofrece buenas oportunidades para el desarrollo de los yogures probióticos.
Los consumidores podrán entender por qué sus necesidades biológicas son tan determinantes gracias a la disponibilidad de nuevas técnicas de examen y recopilación de datos. Su conocimiento de la relación entre los distintos sistemas biológicos va en aumento, tanto como la importancia de mantener un buen equilibrio entre el bienestar mental y digestivo, que está impulsando la investigación en torno a la salud del tracto digestivo. Así, por ejemplo, los posbióticos se convertirán en una alternativa a los probióticos en el segmento de los productos lácteos no refrigerados.