La leche condensada 'La Lechera' llegó a España en 1910, cinco años después de que Nestlé inaugurase su fábrica de La Penilla (Cantabria), factoría que acogió su producción. Su dilatada historia corre paralela a la del país, con una caída importante de sus ventas coincidente con la Guerra Civil y un importante resurgir a partir de los años cincuenta. Posteriormente, en la década de los setenta su consumo cayó en picado gracias a la generalización de la leche esterilizada, por el que pasó de ser una alternativa a la leche fresca a convertirse en un ingrediente de repostería.
El renacer de 'La Lechera' no llegaría, en todo caso, hasta 2001, cuando adoptó la botella de plástico sirvefácil, equipada de una válvula dispensadora que facilitaba su consumo. Otro hito en su historia reciente fue la versión desnatada, que vio la luz en 2003.
En la actualidad, Nestlé produce 22.000 t anuales de leche condensada, de las que exporta el 35% a una docena de países de Europa, África y Asia. La producción se realiza desde 1978 en la fábrica de Pontecesures (Pontevedra), que recibió en 2009 una inversión de 1,4 M€, destinadas principalmente a mejoras medioambientales.
'La Lechera' es actualmente la marca líder del mercado de leche condensada, con una cuota en valor próxima al 50%.