El sector de las bebidas refrescantes en España alcanzó ventas de 5.681 M€ al cierre de 2023, lo que supuso un incremento del 7,1% en su facturación con respecto a los ingresos generados un año antes, tal y como se desprende del Informe de Impacto Social, Económico y Local del Sector de las Bebidas Refrescantes en España elaborado por la consultora financiera AFI. A lo largo del periodo, el sector consolidó su contribución económica y social en el país con más de 10.700 M€ de valor añadido bruto (VAB) a través de su cadena de valor, donde destaca el peso del canal hostelero.
Por su parte, las exportaciones también han experimentado un notable aumento en el último ejercicio. Según los datos aportados por el informe, las ventas al exterior de bebidas refrescantes representan en torno al 8,5% del total de la facturación del sector y el valor de las exportaciones españolas de estas bebidas creció un 16,4% en comparación con 2022. Los principales mercados de destino fueron Portugal, Reino Unido y Francia.
“El buen comportamiento del sector va unido al auge y consolidación de las variedades de bebidas sin azúcar, que ya superan el 60% de las bebidas que se comercializan en España, además del excelente desempeño del turismo y la hostelería en el último año”, subraya la directora general de la Asociación de Bebidas Refrescantes, Beatriz Blasco Marzal, que destaca además que “el 90% de los refrescos consumidos en España se producen aquí, lo que demuestra el arraigo y el impacto local del sector”.
La industria de bebidas refrescantes, que está integrada por 148 centros de producción repartidos por el territorio nacional, genera más de 176.200 puestos de trabajo, de los cuales 68.700 son empleos directos relacionados con las elaboración y comercialización de bebidas refrescantes. Durante el primer semestre del año, el empleo mantiene la senda positiva, registrando un crecimiento del 3% en el periodo, un comportamiento ligeramente superior a la media nacional.
En cuanto a la distribución geográfica de las plantas de producción, el informe destaca que el 75% de las mismas se ubican en pequeñas ciudades y municipios de menos de 30.000 habitantes como Martorelles (Barcelona), Carcaixent (Valencia), Béjar (Salamanca), Santa Comba (A Coruña), Tacoronte (Santa Cruz de Tenerife) o Etxabarri (Álava) entre otros.