Los siete franquiciados de Coca-Cola en España han notificado a la Comisión Nacional de la Competencia la "integración de las embotelladoras del sistema Coca-Cola", cumpliendo con el calendario previsto. El comunicado se produce semanas después de que las respectivas juntas de accionistas aprobaran las operaciones de reestructuración y segregación de sus activos.
Como ya informamos hace unos meses, las dos principales embotelladoras, Cobega y Casbega , pusieron en marcha sendos procesos de escisión de activos y reordenación societaria para llevar a cabo la fusión. Especialmente, separando las actividades e inversiones no vinculadas directamente con el negocio de Coca-Cola.
La nueva sociedad encargada de agrupar el negocio de la multinacional es Ibérica de Bebidas No Alcohólicas, constituida el pasado mes de noviembre con un capital social de 60.000 € y sede en Madrid. Será la que asuma el nuevo y único contrato de embotellado para los mercados de España, Portugal y Andorra. Una entidad que pasará a gestionar un negocio en torno a los 3.000 M€ anuales, con 15 centros de producción (14 en España y uno en Portugal) y una plantilla media de 5.500 empleados . Así, en 2011 Coca-Cola comercializó un total de 3.103 Ml de todos sus productos en España, lo que nos convierte en el segundo mercado de la multinacional en Europa y décimo del mundo. De ese volumen, 2.833 Ml fueron refrescos -donde es líder-, 236 Ml de aguas -séptima operadora- y 34 Ml fueron de zumos -quinta- . Se posiciona así como la mayor compañía nacional del sector de alimentación y bebidas por volumen de negocio.
Además de aprovechar sinergias y ganar peso en el mercado ibérico, la nueva embotelladora única nace con el objetivo de crecer fuera de nuestras fronteras. En este sentido, Alemania parece perfilarse como uno de los primeros mercados en el punto de mira, ya que la concesión de los actuales licenciatarios vence este 2013. Pero no sería el único. A este respecto, la experiencia de la catalana Cobega en Islandia y varios países de África , afianzan aún más la posición de la nueva entidad dentro de la multinacional.
Queda fuera de la notificación la embotelladora lusa Refrige, controlada a su vez por los propios envasadores españoles, pese a formar parte del proceso de fusión. Esta filial, que ostenta una cuota de mercado portugués de bebidas refrescantes del 28%, aportará una fábrica en Azeitao, cerca de Lisboa, y nueve delegaciones comerciales. Se abre ahora un plazo de un mes para que Competencia autorice la operación en primera fase, o en caso contrario, dos meses para elaborar un informe.