" Desde marzo está creciendo el consumo interno, incluso en los canales extradoméstiscos ", asegura Fernando Burgaz, Director General de la Industria Alimentaria en la presentación del Informe Económico de Fiab. Además, señala Joaquín Maudos, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Valencia, " el gasto per cápita en alimentación y bebidas creció un 3,8% en 2013", la primera tasa positiva desde el inicio de la crisis" . Y estos buenos augurios parecen haber llegado a oídos de la banca. Roberto García Torrente, director de Negocio Agroalimentario y Cooperativo de Cajamar, destaca " que en 2013 el saldo vivo ha empezado a crecer ", de tal manera que en diciembre había 700 M€ más en préstamos a compañías alimentarias que tres meses antes.
Unos datos, que unido al resto de indicadores macro, parece confirmar el cambio de ciclo para la industria alimentaria. Porque lo cierto es que en 2013 se mantuvieron algunas de las constantes vitales del sector, con creación de empleo en el segundo semestre del año y un nuevo crecimiento de las exportaciones, pero la producción cayó un 1,1% en términos reales (avance del 2,2% en términos nominales, hasta los 91.900 M€, ver cuadro).
" La alimentación y bebidas ha logrado mantenerse como el primer sector industrial en España ", defiende Horacio Fernández-Alemán, director general de Fiab, que señala cómo ha confirmado su perfil anticíclico en un contexto económico ciertamente difícil.
Especialmente positivo ha sido el papel de las exportaciones, que alcanzaron los 22.594 M€ en 2013, lo que supone un crecimiento del 1,5% (el dato supera los 30.000 M€ si se incluyen otros productos agroalimentarios no transformados, en especial, frutas y verduras). Una tasa de crecimiento que, aunque positiva, supone una importante desaceleración frente a los ejercicios precedentes, ya que entre 2010 y 2012 la tasa de variación media superó el 10%. En todo caso, y dado que las importaciones se redujeron un 0,8%, el saldo comercial creció en 500 M€ hasta los 3.466 M.
España se ha convertido en el sexto país exportador de alimentos y bebidas de la UE, con una cuota del 6% sobre el total de las ventas europeas de estos productos. En cuanto a destinos, se mantienen nuestros tradicionales clientes (Francia, Portugal, Italia y Alemania, son los cuatro primeros) al tiempo que se consolidan las ventas a economías emergentes como China (destino del 2,5% de nuestras exportaciones) y Japón (2%).
Tres grupos de producto -vino, carne de porcino y aceite de oliva- siguen siendo el motor para el grueso de la industria, si bien el sector que más ha aumentado su internacionalización en los años de crisis ha sido el de las bebidas.
Los mercados exteriores constituyen una de las principales oportunidades de crecimiento para el sector, en opinión de Fiab, en especial aquellos países emergentes en los que están creciendo las clases medias. Otros nichos señalados por Horacio Fernández Alemán son las nuevas necesidades de los consumidores, que en el caso de los españoles (y europeos en general), incluyen la atención a una población en proceso de envejecimiento; los nuevos canales de comercialización que están posibilitando las tecnologías de la información; el aprovechamiento del auge del turismo, que permite realizar promociones a más de 60 M de potenciales clientes sin tener que salir de España; y la apuesta por el I+D. Todos estos puntos están recogidos en el Marco Estratégico para la Industria de Alimentación y Bebidas, presentado el pasado mesde marzo y en el seno del cual se han constituido ya los cuatro primeros grupos de trabajo.