En el marco de las celebraciones del XX Aniversario de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), el sector ha presentado su Informe Socioeconómico correspondiente al ejercicio 2018, en el que se ha destacado que tanto la hostelería como los restaurantes aumentaron el volumen de ventas, gracias a los nuevos hábitos diurnos de consumo y al mantenimiento de un turismo de calidad. De hecho, los destilados son las bebidas con alcohol que aportaron mayor rentabilidad a la hostelería, pues el 30,5% de los ingresos de los locales de ocio derivan de las bebidas espirituosas. Por su parte, el volumen de comercialización de bebidas espirituosas alcanzó los 215 Ml, un 1% menos frente al año anterior, debido sobre todo a la climatología adversa.
Cabe destacar que, durante el 2018, las exportaciones del sector crecieron un 4%, llegando a alcanzar un valor de 490 M€ y absorbiendo el 40% de la producción total. Los principales destinos de exportación fueron Filipinas, Alemania, México y Francia. Además, la ginebra es la bebida espirituosa que más crece en exportaciones, con un aumento del 30,3% en las ventas al exterior. También crecieron las exportaciones de brandy (7,7%) y whisky (8,7%).
El director de FEBE, Bosco Torremocha, ha querido destacar la buena marcha de las exportaciones y el buen comportamiento de la hostelería. “Nuestro sector es positivo, tenemos productos de gran calidad reconocidos por los consumidores dentro y fuera de nuestras frontera, una agricultura que nos ofrece las mejores materias primas, un cuidado proceso artesanal que aúna tradición e innovación, una oferta hostelera de vanguardia y nuevos retos y posibilidades en el consumo diurno, entrando en el aperitivo, el afterwork, la sobremesa.”
Si analizamos el comportamiento por categorías en el último ejercicio, vemos que los licores, el anís y el ponche evolucionaron en positivo, con un crecimiento del 2,4%, 4,4% y 1,3% respectivamente. El crecimiento de estas categorías pone sin duda pone de relieve el valor que la tradición y el factor cultural tiene en el consumo de bebidas espirituosas. El resto de las categorías sufren ajustes: el whisky, que representa el 24,1% bajó -1,7%; le siguieron los licores (21%), la ginebra (19,7%) descendió un 2,2%, el ron (13,8%) también cayó un 3,5% y el brandy (9,4%) disminuyó un 1,5%.
La hostelería sigue siendo el principal canal de ventas del sector con un peso del 62%. Los restaurantes y la hostelería diurna son los más beneficiados, pues su volumen de ventas aumentó un 4,1% en 2018 con respecto al ejercicio anterior, al igual que los supermercados, cuyas ventas se incrementaron en casi un 2%.
Asimismo, Torremocha ha hecho hincapié en que “la versatilidad de las 33 categorías de bebidas espirituosas y la fortaleza de las marcas de nuestro sector enriquecen la oferta mejorando la experiencia del consumidor y adaptándolo a sus demandas”.
En relación a las aportaciones de este sector a España, el director de FEBE ha insistido en que “las bebidas espirituosas representaron en 2018 un valor económicode 7.585 M€ y una contribución al Estado de más de 1.458 M€ en concepto de impuestos”.
España cuenta con 3.800 centros de producción distribuidos por la geografía nacional, del que el 80% son pymes y empresas familiares. De ellos, 240 empresas se dedican a la elaboración de ‘Indicaciones Geográficas’ de Bebidas Espirituosas. En 2018, la comercialización de las ‘Indicaciones Geográficas’ aumentó un 5,84%.