El consumo de bebidas con contenido alcohólico está disminuyendo a nivel general, por lo que la industria va evolucionando y adaptándose a los nuevos hábitos y tipos de consumidor. De ese modo, el último Informe anual de tendencias globales Market Analysis, publicado por IWSR, identifica oportunidades en todo el mundo para los mercados de la cerveza, vino, licores y bebidas mixtas. Aunque cada una de estas categorías tiene sus particularidades y se comporta de manera diferente hay vectores transversales y comunes a los que deben hacer frente.
Entre las principales tendencias que marcan el comportamiento de las nuevas generaciones se encuentran, según las conclusiones del informe, la sofisticación, localización, preocupación ética por lo qué se consume y cómo, búsqueda del bienestar, compromiso digital y experiencia social.
El documento se refiere a la sofisticación con respecto a la entrada de marcas de alta gama y aspiracionales en muchos mercados en desarrollo o emergentes. Ya en países más desarrollados este vector se traduce en la premiumización y en consumir menos pero mejor, en muchos casos con un enfoque híper local. En este sentido, se buscan sabores especializados e ingredientes locales (filosofía km0); se personalizan las experiencias para conectar con sus bebidas-marcas favoritas (visitas, catas, etc. con un mayor conocimiento del proceso de elaboración en destilerías artesanales y cervecerías).
Respecto a los nuevos estilos de vida, se confirma el creciente interés del consumidor por el bienestar lo que ha impulsado el desarrollo de productos sin y con bajo contenido de alcohol, además de bebidas bajas en calorías, sin azúcar, sin gluten y que presentan nutrientes naturales y saludables. En paralelo, el informe destaca que los consumidores están buscando formas de disminuir su impacto ambiental a nivel micro con actitudes como optar por dietas veganas, reducir el transporte aéreo, evitar los desechos plásticos y consumir recursos naturales de manera más responsable. También optan por compañías y marcas comprometidas con organizaciones benéficas o comunidades locales.
El entorno digital y las nuevas tecnologías son herramientas clave para llegar a estos nuevos consumidores. En este sentido, las campañas de marketing se vuelven más personalizadas e interactivas (etiquetas inteligentes, aplicaciones, etc.). Por último, el consumidor quiere vivir experiencias, ya sea en torno al turismo (enoturismo, visitas guiadas, catas, formación, etc.), a través de eventos, festivales, etc., o con la gastronomía.
Otra de las tendencias que se consolida a nivel global y que está ligada a la preocupación por la salud es la disminución paulatina del consumo de bebidas con contenido alcohólico entre las nuevas generaciones. La consultora Wavemaker, con datos de LIVE Panel, ha realizado encuestas a millennials mayores (29 a 37 años), a los millennials más jóvenes (22 a 28 años) y a una parte de los zennials (18 a 22 años) de 49 países y sus resultados muestran que los zennials consumen menos alcohol que generaciones más mayores.
Este hecho podría reflejar la tendencia de las generaciones más jóvenes a estar más preocupadas por su salud y también podría deberse al aumento del uso de las redes sociales y al impacto que esto tiene en su vida social. Los zennials están sujetos a la vigilancia constante de las redes sociales y el hecho de que sus vidas estén continuamente documentadas podría ser un factor clave para que eviten el consumo excesivo de alcohol. También destaca en sus resultados que compran menos agua embotellada, lo que podría deberse a sus actitudes más responsables hacia la política de cero residuos.
Sin embargo, en España, se aprecia claramente que el consumo de alcohol en estas generaciones es mayor al global. Mientras que a nivel general sólo el 12% de los jóvenes entre 18 y 21 años confirma haber consumido vino en la última semana, en nuestro país este porcentaje aumenta hasta el 27%. Lo mismo ocurre con las bebidas espirituosas, que son consumidas por un 15% de los jóvenes entre 18 y 21 años a nivel global, pero por un 30% de los jóvenes españoles. Aunque sí es cierto que se observa, señalan en un comunicado, una disminución de consumo entre la generación Z y los millennials.