La escasez actual de reservas de aceite de girasol por la guerra en Ucrania, principal proveedor español de este producto, ya se está notando en algunos sectores de la industria alimentaria como el de conservas de pescado, snacks o dulces, volcada en la búsqueda de grasas alternativas y nuevos orígenes para minimizar el impacto en la producción y sortear el desabastecimiento.
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