El ICEX celebraba este viernes un seminario para dar a conocer las conclusiones de los Consejos Asesores de la industria alimentaria de China, Estados Unidos y Reino Unido. El encuentro forma parte del convenio de colaboración que mantienen el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación (MAPA) e ICEX España Exportación e Inversiones. Bajo el título 'Spain Food Nation: China, EE.UU. y Reino Unido, mercados estratégicos para la industria alimentaria", profesionales de dichos consejos y de entes y empresas con carácter exportadores exponían la necesidad de incidir en determinados puntos estratégicos para conseguir posicionar a España como potencia alimentaria.
En la jornada, de un lado, se abordaron las principales conclusiones de los Consejos Asesores de China, EE.UU, y Reino Unido y, de otro, se celebró una mesa redonda en la que varios profesionales de organismos y compañías expusieron los retos y oportunidades para la industria española a la hora de exportar.
En la primera parte del encuentro, consejeros que trabajan en sintonía con estos mercados abordaron los retos a los que se enfrenta España a la hora de conseguir exportar alimentos y bebidas a los citados países.
La primera intervención corrió a cargo de Ernesto Negredo, consejero de la Oficina Económica y Comercial de España en Pekín. Su oficina constituyó dos consejos asesores dedicados a analizar la posición de los alimentos y bebidas en China. Como principales conclusiones extraídas, en 2022, destaca el desvío del interés por el mercado chino hacia otros mercados debido a la fuerte política 'Covid Cero' implantada por el país asiático. No obstante, Negredo reseñaba que China es un mercado con mucho potencial donde hay que tener en cuenta el crecimiento de su renta anual (5,4%), "podemos hablar de una recuperación más lenta y en 'k' -rentas medias y bajas y baja que son más sensibles al precio, lo que hace que funcione bien los productos de lujo-". Por último, señalaba el buen funcionamiento que está teniendo el comercio electrónico en el país asiático.
Negredo hizo un recorrido por los diferentes alimentos y bebidas que España exporta a China y cuál es su posicionamiento actual y dónde es necesario actuar para mejorarlo. En vinos, España es el cuarto exportador por valor (102 M$) y tercero por volumen. Este sector afronta varias debilidades en el país oriental, como el poco conocimiento que existe sobre las diferentes variedades -el tinto es el protagonista- y la amenaza que suponen las marcas chinas. No obstante, el vino nacional ha conseguido una buena imagen de país entre los profesionales, logrando incrementar precio por botella, lo que está posibilitando que haya una mejora del conocimiento del vino español y que éste se empiece a ver como un producto con alto potencial. Respecto a las bebidas espirituosas, destaca la fortaleza de las marcas nacionales, el hecho de que una cultura arraigada sobre las bebidas destiladas y el potencial de la ginebra. Como contrapunto, Negredo reseñaba el dominio del brandy francés o del whisky escocés y también el posicionamiento de grandes marcas internacionales como Pernod Ricard o Diageo. Mientras, la cerveza cuenta con una cuota de mercado estable, nuestra cerveza se adapta bien al consumo chino, donde hay un boom de la elaboración de este producto de forma artesanal, por lo que la oportunidad para lograr mayor implantación en China pasa por apostar por las lagers ligeras e incluso introducir la sin alcohol, muy desconocida por los consumidores asiáticos.
En cárnicos, España es el mayor proveedor de porcino en China, con una cuota del 25%. Sobre este producto, Negredo señalaba que, entre otros hándicaps, a la cultura oriental le resulta difícil diferenciar algunos de los cortes que tenemos; los altos costes de producción ahora en España también suponen un frenazo; y, además, en China se valora el producto fresco y nosotros exportamos congelado, a lo que se le suma la recuperación de la cabaña local tras la crisis causada por la peste porcina. Al mismo tiempo, se ha conseguido ver al ibérico como un producto de lujo, por lo que la oportunidad para hacer crecer nuestra carne en el país asiático reside en hacer que esta buena imagen se extienda a otros embutidos. "Tenemos el producto que todo el mundo quiere", resaltaba Negredo en relación al ibérico.
Por su parte, en aceites España está consiguiendo aumentar su cuota de mercado, suponiendo las exportaciones a China 190 M. No obstante en este país se compra aceite de oliva español, pero no logramos que nuestras marcas sean reconocidas, algo que sí ha logrado Italia. Por último, en los sectores de frutas y frutos secos es el momento para lograr una implantación, siendo mercados con una tasa de crecimiento anual del 15%, y esto tiene que ser aprovechado por las empresas españolas, en especial con sus gamas prémium -muy demandadas por los chinos- con la ventaja de que cumplimos con las distintas exigencias de protocolo sanitario que obliga el país asiático.
Negredo concluyó su intervención destacando que en el mercado chino también hay oportunidad para que otros productos, de alta demanda en la actualidad, gocen de aceptación, como es el caso de comidas preparadas, aceitunas de mesa o lácteos, estos últimos con posibilidad de enfocarse hacia un segmento prémium a través del canal horeca y otros nichos gourmet.
En representación del Consejo Asesor de Estados Unidos intervino Verónica Samper, consejera de la Oficina Económica y Comercial de España en Nueva York, quien reseñó que nuestros productos tienen un potencial enorme para ser reconocidos por el país americano. "Aunque hablamos de un mercado proteccionista y con distribución compleja, sí podemos decir que existen grandes oportunidades porque la tendencia es positiva y creciente"
Samper hizo un repaso por los alimentos que gozan de mayor aceptación en Estados Unidos. Aquí, España ha conseguido ser el primer exportador de aceite de oliva, en vinos el cuarto mercado en valor y el octavo en volumen. La aceituna. por su parte, debido a temas arancelarios ha tenido dificultades para crecer, pero está posicionada como segundo país en valor. Además, productos como el pulpo se está consolidando en el segmento de alta calidad. Mientras, hay oportunidad para las conservas vegetales y de pescado, consiguiendo que se perciban como un producto preparado y sano, dos cualidades que hoy día busca el consumidor americano. También en queso manchego se trabaja por introducir sus variedades y en jamones y cárnicos se está consiguiendo mejorar su posicionamiento con producto de calidad.
Respecto a las fortalezas de los productos españoles en el mercado americano, el Consejo Asesor destaca la importancia de la gastronomía española. "Aquí hablamos del binomio gastronomía/turismo por la importancia que tiene contar la historia de la producción", señalaba la experta. En Estados Unidos se ha conseguido dar valor a la sostenibilidad, la historia de los productos y valores sociales como fuente de valor añadido. Por último, reseñaba la importancia de tener presencia en plataformas digitales y redes sociales, siendo una de las principales herramientas para llegar a más consumidores y para dotar de contenido e información al consumidor.
En cuanto a amenazas que se pueden experimentar en este mercado señalaba la regulación, sobre todo en temas fitosanitarios, "que son una auténtica barrera, aunque forman parte del proteccionismo que se da en este mercado". Además, en la era post-Covid están aumentando los costes sin poder trasladar estos a los precios, al ser un mercado muy competitivo. La distribución, por su parte, está muy concentrada, mientras que los productos con éxito se copian rápidamente, pudiendo afectar a su reputación.
A pesar de todo, Samper insistía en que España tiene productos exitosos e imagen de marca, lo que da un mayor valor a la producción nacional.
Por último, intervenía Rafael Ortega, consejero de la Oficina Económica y Comercial de España en Londres, quien destacó la complejidad del mercado británico en la actualidad, una vez implantado el Brexit. Entre otros factores, destacó el encarecimiento de los trámites aduaneros y alargamiento de plazos de entrega; los distintos controles SPS, con los que a partir del 31 de enero próximo ya va a ser necesario que cualquier mercancía de origen animal o vegetal ahora tenga que demostrar que ha sido sometida a controles veterinarios, sanitarios y fitosanitarios. A esto se suma también el etiquetado FBO, que entra en vigor el 1 de enero, que los productos tendrán que llevar nombre e identificación de empresa británica. Además, destaca los distintos requisitos para el canal ecommerce, que todavía no han sido clarificados. A día de hoy, el 30% de las compras de los británicos son online, de ahí que haya necesidad de potenciar este canal.
Ante esta situación, en Reino Unido tienen oportunidad de crecimiento nuestros vinos, que "aunque se conoce el Rioja y el cava todavía hay muchos desconocidos". Para ello, en este mercado será necesario elevar la reputación de otras denominaciones de origen, así como otras variedades, resaltando sobre todo la necesidad de potenciar su conocimiento entre los consumidores y que este aprenda a diferenciarlos. Además, el consumidor británico también se muestra exigente a la hora de valorar la sostenibilidad en los productos alimenticios. "La gastronomía es un pilar fundamental para darnos a conocer, aprovechando el binomio gastronomía/turismo". También será fundamental poner en valor la historia detrás de la marca para despertar el interés del consumidor, además de potenciar las redes sociales dando a conocer nuestros productos vía influencers y bloggers.
Tras la presentación de las conclusiones de los trabajos de los Consejos Asesores, tuvo lugar una mesa redonda sobre los retos y oportunidades para la industria alimentaria española, en la que moderados por María Naranjo, directora de Industria Alimentaria de ICEX, intervinieron Rosa Vañó, fundadora y directora comercial de Castillo de Canena; la presidenta ejecutiva de Fribin, Cristina Gallart; el director de marketing y comunicación de ASICI, Jesús Pérez; el director general de la FEV, José Luis Benitez; y Pedro Vargas, director de proyectos internacionales del Foro de Marcas Renombradas.
Entre las principales conclusiones de esta mesa de debate se habló de la necesidad de "no vender más, sino vender mejor", como reseñaba José Luis Benítez; o la necesidad de vender en igualdad como apuntaba Rosa Vañó, quien hacía alusión a que "la Unión Europea nos obliga a hacer cosas que a terceros países no se les obliga para vender en estos países. No hay igualdad de oportunidades. Hay que exigir a todo el mundo que tenga ese compromiso".
Respecto al valor de las marcas, Pedro Vargas, reseñaba "el trabajo de las grandes marcas para abrir mercado y consolidar la demanda. El sector está lleno de Pymes que tienen difícil entrar en esos otros mercados".
Por su parte, Jesús Pérez apuntaba que la sostenibilidad "se está convirtiendo en una exigencia, pero que va a ser necesario homogeneizar ese concepto, para hacer que se convierta en un vector de ventas".
Por último, Cristina Gallart, en referencia al valor de fomentar el talento para posicionar una marca indicaba que "hay cosas que tenemos que aprender de la industria del lujo como es el caso de los intangibles, hay que hacer acopio de esos intangibles que son difíciles de copiar".